Alejo Martínez Vendrell, Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM nos adelanta un espléndido artículo: “Derecha e Izquierda desde una perspectiva de contraste”, publicado en la revista Confluencia XXI, Ene-Mar 2011, como adelanto de un libro que tiene en preparación.
El autor contrasta estos dos “flancos ideológicos” que han sido origen de todas las diferencias en materia política y económica. Por lo que propone analizar sus características esenciales confrontándolas directamente; de manera que se ponderen con objetividad sus diferencias o divergencias mediante el siguiente cuadro esquemático:
IZQUIERDA
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DERECHA
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Más cercana al Estado que al mercado, a la cooperación que a la competencia.
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Más cercana al mercado que al Estado, a la competencia que a la cooperación.
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Propensión al intervencionismo estatal.
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Propensión al libre juego del mercado y de las empresas.
Aun cuando tolera o acata lo que ya no puede suprimir del Estado-providencia, pugna por que haya una mayor corresponsabilidad individual y focalización. Subsidios, si son para la producción propia.
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Búsqueda del proteccionismo económico y de proteger al débil en el mercado.
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Búsqueda de la desregulación del mercado (salvo ocasiones en que la regulación le sea favorable).
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Tendencia a organizar y asociarse con masas populares.
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Tendencia a vinculaciones selectivas con cúpulas y factores reales de poder.
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Inclinada a privilegiar el interés público.
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Inclinada a privilegiar el interés privado, pero fomentando la competencia entre los factores de la producción y con ello su competitividad.
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Se enfoca más al desarrollo de la colectividad.
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Se enfoca más al desarrollo personal e individual, donde se acepten las diferencias y desigualdades entre las personas.
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Promueve la igualdad social y de oportunidades para el desarrollo individual.
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Promueve el desarrollo de la meritocracia en un ambiente de libertad frente al Estado, tanto para el mercado como para la iniciativa individual de acumulación de capital.
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Con visión más consumidora que de productor, pugna por bienes y precios accesibles (salvo que se trate del propio producto).
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Con visión más de productor, pugna por bienes y precios rentables.
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Recaudación fiscal progresiva vía impuestos al capital, a las ganancias y a los dividendos. Varias tasas en IVA.
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Recaudación paritaria vía impuestos al consumo (misma tasa para un IVA generalizado y “flat tax” o poco progresivo para el ISR).
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Destaca el papel del trabajo.
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Destaca el papel de la organización empresarial y de capital.
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Fomenta regímenes de protección al empleo.
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Fomenta regímenes de protección a la propiedad privada.
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Tiende a distribuir primero la riqueza generada para impulsar el crecimiento económico.
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Se inclina hacia empezar por crecer, por “cocinar primero el pastel” para después poder distribuirlo.
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Dado que el vínculo entre Mercado y Estado no se puede disociar se tienen que encontrar fórmulas de convivencia armónica donde se combinen sus roles con equilibrio. El quid estriba en ir encontrando el cambiante punto de equilibrio entre ambos; es la tarea fundamental que tienen que seguir confrontando las estrategias de impulso al desarrollo.
El profesor Martínez Vendrell cita a Héctor Aguilar Camín, abundando en la idea de la búsqueda de equilibrio: “Sólo un Estado fuerte y bien organizado puede ofrecerle estabilidad y reglas claras al mercado. Sólo un mercado pujante puede ofrecer al Estado recursos sanos y suficientes para sus tareas de gobierno y redistribución de oportunidades”.
Encontrar una salida, una solución loable a esa compleja y verdaderamente desafiante problemática es responsabilidad primordialmente de la clase política gobernante.
