domingo, 8 de mayo de 2016

¿Podemos elegir qué sentir?


El doctor Richard Davidson, quien dirige el “Centro para las Investigaciones de Mentes Saludables de la Universidad de Wisconsin”, ha investigado porque algunas personas son más positivas que otras o más capaces de sobreponerse al dolor emocional o a situaciones adversas. Encontró que el nivel de resilencia se traduce en importantes diferencias en la actividad cerebral.

La actividad cerebral y los circuitos emocionales están conectados al pensamiento y son por lo tanto más accesibles a nuestra voluntad consciente.

Esto no quiere decir que podamos sentir lo que queremos; quiere decir que podemos modular las emociones. Lo más interesante es que tanto Davidson como otros expertos en emociones y cerebro han encontrado evidencias de que podemos enseñar a nuestro cerebro a modular las emociones. La clave radica en la neuroplasticidad.

El descubrimiento más destacado al respecto es el crecimiento de nuevas células cerebrales o neuronas o neurogénesis. “Se sabe que el estrés puede perjudicar la neurogenésis, y sabemos que cierto tipo de actividades pueden promoverla”, señala Davidson.

Se ha observado además que los circuitos de conexiones neuronales o sinapsis, también pueden modificarse. Esto sucede cuando las personas se vuelven expertas en alguna actividad, como tocar el piano, practicar ajedrez o jugar tenis. Con la acumulación de horas de práctica se va trazando y reforzando en su cerebro una nueva ruta de comunicación entre neuronas de diferentes regiones cerebrales, y esto facilita el perfeccionamiento.
       
La plasticidad del cerebro permite que modifiquemos  nuestras emociones, o al menos la forma  en que las experimentamos. “Encontramos que la mayoría de las personas puede aprender a transformar sus emociones por medio de ciertas técnicas y prácticas. Esto no significa que el cerebro sea infinitamente maleable, sino que somos capaces de tener cambios de gran escala en formas que van más allá de lo que reconocíamos hace 20 años”, refiere Davidson.
       
Uno de los métodos más efectivos es la meditación; esta puede inducir cambios funcionales y estructurales en el cerebro, en los patrones de conexiones (neuronales) y en el organismo.


Notas del artículo ¿Podemos elegir que sentir? de Verónica Guerrero M. Revista: ¿Cómo ves?

sábado, 7 de mayo de 2016

Ulises

Ulises es un hombre ingenioso, de mil recursos, que gracias a su destreza, sabe vencer las dificultades que le van saliendo al paso. 

Por ello mismo es humano a nuestra medida. Ulises es un reflejo de nosotros mismos. 

Atrae nuestra simpatía por su capacidad de recuperación, por su fidelidad a un ideal, que es infinitamente respetable por su espíritu abierto, tanto en la inteligencia como en el corazón. Hay una evidente desfase entre la inextricable dificultad de las situaciones en las que se encuentra y su fácil manera de resolverlas, que significa la victoria del espíritu.

La Odisea, Homero.