viernes, 25 de noviembre de 2016

El Yoga terapéutico

El yoga terapéutico es la aplicación científica del hatha yoga en varios problemas médicos y el método correcto de practicarlo. Estamos familiarizados con la palabra yoga y sus diferentes significados. Yoga es una ciencia desarrollada para cultivar la psicología humana, la mente y los sentidos. El sabio Patanjali, el padre del yoga, lo clasifica en ocho categorías: yama, niyama, asana, pranayama, pratyahara, dharna, dhyana y samadhi. De tal modo el concepto metafísico se puede visualizar de la siguiente manera: las raíces del árbol forman el primer paso, yama, el tronco forma el segundo, las ramas en varias direcciones forman el tercero, las hojas representan el pranayama, la corteza, pratyahara, la savia representa dharma, la flor, dhyana y la fruta, el samadhi.
         Existen cuatro niveles que  se deben observar cuando se ejecuta una asana. Estos son: a) el nivel físico, b) el estado cognoscitivo, c) el estado de comunicación y d) el estado de integración. La conciencia y fisiología del practicante se purifican del primero al último estado.
         Nos interesan principalmente el tercer y cuarto estados: asana y pranayama. La primera palabra quiere decir postura, posición y reposo. La postura se ejecuta de tal forma que los órganos, huesos, músculos y articulaciones descansan adecuadamente para que ocurran cambios en las células del cuerpo. Cada asana tiene una forma específica a la cual el cuerpo se debe adaptar, y no ésta al cuerpo. Uno tiene que estudiar la postura gráfica y geométricamente. La distribución del peso del cuerpo debe ser uniforme en las distintas articulaciones y músculos. Solo así ocurrirán los cambios fisiológicos.
         Muchos libros describen el uso de las diversas kriyas o procesos de 
purificación, estos se deben de utilizar únicamente cuando los métodos convencionales han fallado en eliminar la enfermedad.
         Consideremos los diferentes niveles del yoga:

Yama. Comprende cualidades como no violencia, verdad y desprendimiento.
Niyama. Incluye pureza, contento, estudio de las escrituras sagradas y autoconocimiento.
Asana. Se han desarrollado ampliamente a lo largo de los siglos, afectando a toda glándula y órgano corporal. Brindan firmeza y ligereza al cuerpo y a la mente, originando un profundo estado de relajación. Las asanas no son ejercicios gimnásticos, sino posturas que se mantienen determinado tiempo. Pueden hacerse solas, actuando los miembros del cuerpo como pesos y contrapesos. Reducen la fatiga y calman los nervios y uno desarrolla gran 
vitalidad y resistencia al practicarlas. Los nombres de las asanas son importantes y representan los principios de la evolución. Éstas deben dominarse antes de proseguir al cuarto nivel. Pueden producirse efectos negativos si no se efectúan las posturas de forma adecuada.
         Existe una gran gama de posturas que pueden beneficiar al cuerpo si se llevan a cabo correctamente; pero lo importante es el equilibrio. Un cuerpo que se flexiona con facilidad quizá no sea bueno para extenderse, y viceversa. Para aprender a extender el cuerpo en diferentes direcciones al mismo tiempo se requiere de práctica.
Pranayama. La palabra prana quiere decir energía vital y ayama significa control. Se refiere a todas las formas de energía física, mental, espiritual y cósmica. Es una técnica deliberada de inhalación, retención del aliento después de la inhalación, exhalación, suspensión de la respiración después de exhalar y una combinación de éstos individualmente o en serie. Los 
movimientos torácicos que los acompañan son expansiones verticales y horizontales.
         La práctica del pranayama ayuda al funcionamiento de los nervios. En la respiración pranayámica se mantienen relajados el diafragma torácico y los músculos accesorios de la respiración. Esto relaja los músculos faciales; cuando estos músculos se relajan pierden el control sobre los órganos de percepción, disminuyendo la tensión en el cerebro. Cuando esto ocurre se presenta un estado profundo de relajamiento neurofisiológico en el cerebro.
         Los efectos del pranayama incluyen el mantenimiento adecuado de la circulación de los fluidos en el cuerpo: se estimula la circulación arterial y venosa de todos los órganos. La práctica reduce la formación de ácido láctico, responsable de la fatiga en el cuerpo. Padecimientos como la alta y baja presión sanguínea, sinusitis crónica, dolores de cabeza, ansiedad y otros se pueden tratar por las múltiples variantes del pranayama, mientras 
que otras enfermedades como espondilitis, lumbago y otras necesitan la ayuda de las asanas.
Pratyahara. Es una disciplina de introspección para controlar la mente y los sentidos y así evitar que se disipe la energía mental.
Dharana, dhyana y samadhi. Todas son fases de la meditación, dirigidas a que el individuo alcance niveles correctos de acción y comprenda y elimine los sentimientos mundanos.
         El hatha yoga ha experimentado muchos cambios a lo largo de los siglos, pero su esencia es aún hoy la misma.

Dr. Krishna Raman



Dhyana: Meditación
Jiva: Alma individual
Manas: Mente
Shiva: Dios manifestado como el destructor o transformador del Universo.
Darma: Buenas acciones que se nos regresan.
Karma: Malas acciones que se nos regresan.


lunes, 21 de noviembre de 2016

"No dejes..."




“No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…”.

Walt Whitman

jueves, 17 de noviembre de 2016

Los Mandamientos del Abogado


Por: Eduardo J. Couture

I.                  Estudia
El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado.

II.              Piensa
El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

III.          Trabaja
La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.

IV.           Lucha
Tu deber es luchar por el derecho pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.

V.               Sé leal
Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aunque él sea desleal contigo. Leal con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le  y que en cuanto, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.

VI.           Tolera
Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
VII.       Ten paciencia
El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII.   Ten fe
Ten fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia como destino normal del derecho; en la paz como substituto bondadoso de la justicia y, sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho ni justicia ni paz.
IX.          Olvida
La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueres cargando tu alma de rencor llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
X.              Ama tu profesión

Trata de considerar la abogacía de tal manera que, el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para el proponerle que se haga abogado.