La valuación de una empresa es el núcleo o
corazón de las fusiones y adquisiciones. Constituye la parte más importante en todo
el proceso de compra-venta de una empresa. En suma si las partes no pueden
llegar a un acuerdo del precio de venta; la transacción simplemente no se lleva
a cabo.
Una
valuación adecuada de la empresa,
permitirá negociar con los posibles compradores de la misma y mejor aún; indicará áreas de la empresa que se pueden
mejorar; llevando a cabo estas mejoras incrementarían el valor de la compañía.
La valuación
de una empresa es en realidad la “intersección
del flujo de efectivo y el tiempo”. Dicho de otra manera, ¿cuánto tiempo le
tomará al comprador recuperar el costo de la inversión? Por otro lado ¿cuántos
años de ganancias está dispuesto a aceptar el vendedor el día de hoy a cambio
de entregar un flujo infinito de ganancias de ese negocio?
El tiempo y el flujo de efectivo no son
los únicos que contribuyen a la determinación del valor de una empresa,
igualmente deben ser tomados en cuenta los siguientes:
-
El
futuro del negocio: ¿El negocio crece
rápidamente? ¿El crecimiento está estancado? El crecimiento o la ausencia de este afectará
a lo que el comprador esté dispuesto a invertir en ella.
-
El
riesgo asociado al negocio en específico:
¿Los productos de la compañía son de calidad? ¿La empresa tiene la capacidad de
contratar, capacitar y retener buenos empleados? ¿O por el contrario enfrenta
una rotación de personal alta?
-
Riesgo
sistemático: Se refiere al riesgo que tiene la economía en
general. La crisis económica reciente es un perfecto ejemplo de esto. Infinidad
de compañías en buena situación financiera ofreciendo buenos productos y
servicios sufrieron por la mala situación económica generalizada. Cuando el
riesgo sistemático es alto los compradores son muy cuidadosos con el proceso de
valuación.
-
Costo
de Capital: Si el comprador tiene otras opciones asignará su
capital en aquellas transacciones que le ofrezcan mayor rendimiento y menor costo.
Con relativa
frecuencia la valuación de una
empresa se reduce a un rango de valuación: de cuatro a seis veces EBITDA. (este
es un indicador financiero que significa en inglés Earnings Before Interest,
Taxes, Depreciation, and Amortization; en español beneficio antes de intereses,
impuestos, depreciaciones y amortizaciones). Por ejemplo una compañía con
EBITDA de $30 millones de pesos tendría una valuación de $150 millones de pesos.
(5X EBITDA)
Aunque
los múltiplos de EBITDA es una técnica de valuación típica, no es el único
método para determinar el valor de la compañía. Igualmente se utilizan las
siguientes:
-
Valor
de activos: El comprador paga un precio basado en el valor de
los activos reflejados en el balance.
Esta técnica funciona muy bien para compañías con gran inventario o mucho
equipo de manufactura.
-
Múltiplos
de ganancias brutas: Toma en cuenta la diferencia
entre ingresos y costo de lo vendido.
-
Múltiplos
de ingresos: Este método de valuación es una buena opción para
una compañía que se encuentra registrando pérdidas.
-
Flujos
de efectivo descontados: Se proyecta el
flujo de efectivo por un período de tiempo, generalmente cinco años. Se
determina entonces, el valor terminal, el precio de venta esperado al final del
período y, se calcula el valor presente de este flujo de efectivo esperado
descontando el valor futuro de ese flujo de efectivo. (básicamente se está
calculando el equivalente de esa cifra de flujo de efectivo futuro).
-
Múltiplos
de márgenes de contribución: Monto de flujo
de efectivo que el comprador puede esperar después de llevar a cabo
modificaciones a la empresa, como pueden ser la eliminación de algunos gastos o
por el cambio de operaciones de la empresa.
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