Los emprendedores exitosos son un
espejo en el que mirarse y también una fuente de envidia, porque ellos se
atrevieron. ¿Por qué son especiales, por qué ellos pudieron? La iniciativa no
viene genéticamente determinada, está más relacionada con la PERSONALIDAD fruto
del aprendizaje, la experiencia, la observación de modelos y otros
condicionantes.
El
emprendedor se define como:
1. Valiente. Asumir
retos sin miedo. Valora una situación, la analiza, desde diferentes puntos de
vista y da un paso al frente.
Asume que el
fracaso y la derrota son una posibilidad. No lo toma como algo negativo sino
como parte del juego. Lo que diferencia al valiente del que no lo es, es su
desasociación entre fracaso y game over.
El fracaso es aprendizaje: en caso de no conseguir un objetivo a la primera,
hay que volver a intentarlo.
La valentía no es
cuestión de genes, sino de actitud y aprendizaje.
2. El emprendedor se
siente motivado cuando sale de su zona de confort. Lo seguro y tranquilo puede
impedir crecer por miedo a lo desconocido. Un emprendedor asume que es
incompatible querer crecer y superarse sin salir del recinto seguro.
3. Plantearse lo que
se quiere. Hay que plantear un objetivo, ver que recursos hay para alcanzarlo,
y por qué es importante hacerlo.
4. Trabajar con un
punto de no retorno. Nada ni nadie puede quitarnos la idea, porque es un sueño.
5. Pensamiento
orientado al éxito y optimismo. Hay que tener confianza, verbalizarlo si es
necesario: “Puedo hacerlo, estoy
preparado”.
Si no queremos que
algo ocurra, no pensemos en ello.
Un emprendedor no
habla consigo mismo en términos tóxicos. Su idioma emocional le dice que hay
oportunidades, que existen soluciones y que tiene que intentarlo.
Las personas
optimistas procesan mejor la información negativa, evalúan y gestionan el
riesgo con responsabilidad, tienen claridad mental para manejar la información
compleja, trabajan con mayor creatividad y nuevas ideas.
6. Creer en la buena
suerte. Viven en un mundo plagado de oportunidades que ellos mismos fabrican y
de las que participan.
7. Estabilidad
emocional. No se pone de los nervios cuando algo va mal, ni eufórico cuando va
bien.
8. Saber sufrir. Saber
que se enfrenta a lo establecido.
9. Tener control
interno. Las claves del éxito y el fracaso están en nuestro interior.
10. Ser apasionados.
Con pasión todo fluye y somos capaces de ser creativos e invertir energía y
tiempo sin el coste de la pereza.
Video: “Abandona tu zona de confort”
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