Las operaciones de arrendamiento puro han venido creciendo de forma
considerable en nuestro país – el denominado leasing.
Esto debido a las ventajas financieras,
fiscales y tecnológicas que presenta; aunque el potencial de crecimiento que
ofrece este esquema financiero es desconocido para la mayoría de las
empresas y personas físicas que pueden fácilmente optar por ello.
El arrendamiento es una
obligación contractual de rentar una propiedad en específico por un tiempo
determinado y a una renta establecida. La empresa arrendadora compra el
equipo y establece un contrato de arrendamiento con el usuario. Generalmente
son vehículos, equipo de transporte, equipos de oficina, equipo de cómputo y
comunicaciones; equipos que se puedan depreciar y que cuenten con un valor
residual al final del período de renta acordado.
Es la manera más fácil de tener
el uso y usufructo de un equipo nuevo, sin necesidad de comprarlo de contado o
a crédito.
Al finalizar el término el arrendatario cuenta con tres opciones:
- Regresar la propiedad al arrendador,
- Renovar el arrendamiento o,
- Comprar la propiedad a valor de mercado.
El pago mensual se determina por el precio total del vehículo menos el pago inicial menos el monto en que se espera poder vender el vehículo al finalizar el leasing. Dividido por la cantidad de meses de plazo de duración. A esto se le agrega el costo del financiamiento de la arrendadora más la utilidad que espera obtener.
Ventajas
del arrendamiento puro:
- La
empresa no se descapitaliza permitiéndole destinar recursos a actividades
estratégicas.
- Mejora
la estructura de apalancamiento de las Pequeñas y Medianas Empresas (PyMES). Es
una fuente de financiamiento adicional a las tradicionales.
- Deducibilidad
para empresas y profesionistas.
- Operación
fuera de Balance.
- Registro
contable simple.
- Renovación
tecnológica para mejorar productividad.
- Disminución
de gastos de mantenimiento.
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