viernes, 9 de diciembre de 2016

Nocturno a Rosario


Pues bien, yo necesito
decirte que te adoro,
decirte que te quiero
con todo el corazón;
que es mucho lo que sufro,
que es mucho lo que lloro,
que ya no puedo tanto,
y al grito que te imploro
te imploro y te hablo en nombre
de mi última ilusión.
De noche cuando pongo
mis sienes en la almohada,
y hacia otro mundo quiero
mi espíritu volver,
camino mucho, mucho
y al fin de la jornada
las formas de mi madre
se pierden en la nada,
y tú de nuevo vuelves
en mi alma a aparecer.
Comprendo que tus besos
jamás han de ser míos;
comprendo que en tus ojos
no me he de ver jamás;
y te amo, y en mis locos
y ardientes desvaríos
bendigo tus desdenes,
adoro tus desvíos,
y en vez de amarte menos
te quiero mucho más.
A veces pienso en darte
mi eterna despedida,
borrarte en mis recuerdos
y huir de esta pasión;
mas si es en vano todo
y mi alma no te olvida,
¡qué quieres tú que yo haga
pedazo de mi vida;
qué quieres tú que yo haga
con este corazón!
Y luego que ya estaba?
concluido el santuario,
la lámpara encendida
tu velo en el altar,
el sol de la mañana
detrás del campanario,
chispeando las antorchas,
humeando el incensario,
y abierta allá a lo lejos
la puerta del hogar...
Yo quiero que tú sepas
que ya hace muchos días
estoy enfermo y pálido
de tanto no dormir;
que ya se han muerto todas
las esperanzas mías;
que están mis noches negras,
tan negras y sombrías
que ya no sé ni dónde
se alzaba el porvenir.




¡Que hermoso hubiera sido
vivir bajo aquel techo.
los dos unidos siempre
y amándonos los dos;
tú siempre enamorada,
yo siempre satisfecho,
los dos, un alma sola,
los dos, un solo pecho,
y en medio de nosotros
mi madre como un Díos!
¡Figúrate qué hermosas
las horas de la vida!
¡Qué dulce y bello el viaje
por una tierra así!
Y yo soñaba en eso,
mi santa prometida,
y al delirar en eso
con alma estremecida,
pensaba yo en ser bueno
por ti, no más por ti.
Bien sabe Díos que ése era
mi más hermoso sueño,
mi afán y mi esperanza,
mi dicha y mi placer;
¡bien sabe Díos que en nada
cifraba yo mi empeño,
sino en amarte mucho
en el hogar risueño
que me envolvió en sus besos
cuando me vio nacer!
Esa era mi esperanza...
mas ya que a sus fulgores
se opone el hondo abismo
que existe entre los dos,
¡adiós por la última vez,
amor de mis amores;
la luz de mis tinieblas,
la esencia de mis flores,
mi mira de poeta,
mi juventud, adiós!

Manuel Acuña (1849-1873)

viernes, 25 de noviembre de 2016

El Yoga terapéutico

El yoga terapéutico es la aplicación científica del hatha yoga en varios problemas médicos y el método correcto de practicarlo. Estamos familiarizados con la palabra yoga y sus diferentes significados. Yoga es una ciencia desarrollada para cultivar la psicología humana, la mente y los sentidos. El sabio Patanjali, el padre del yoga, lo clasifica en ocho categorías: yama, niyama, asana, pranayama, pratyahara, dharna, dhyana y samadhi. De tal modo el concepto metafísico se puede visualizar de la siguiente manera: las raíces del árbol forman el primer paso, yama, el tronco forma el segundo, las ramas en varias direcciones forman el tercero, las hojas representan el pranayama, la corteza, pratyahara, la savia representa dharma, la flor, dhyana y la fruta, el samadhi.
         Existen cuatro niveles que  se deben observar cuando se ejecuta una asana. Estos son: a) el nivel físico, b) el estado cognoscitivo, c) el estado de comunicación y d) el estado de integración. La conciencia y fisiología del practicante se purifican del primero al último estado.
         Nos interesan principalmente el tercer y cuarto estados: asana y pranayama. La primera palabra quiere decir postura, posición y reposo. La postura se ejecuta de tal forma que los órganos, huesos, músculos y articulaciones descansan adecuadamente para que ocurran cambios en las células del cuerpo. Cada asana tiene una forma específica a la cual el cuerpo se debe adaptar, y no ésta al cuerpo. Uno tiene que estudiar la postura gráfica y geométricamente. La distribución del peso del cuerpo debe ser uniforme en las distintas articulaciones y músculos. Solo así ocurrirán los cambios fisiológicos.
         Muchos libros describen el uso de las diversas kriyas o procesos de 
purificación, estos se deben de utilizar únicamente cuando los métodos convencionales han fallado en eliminar la enfermedad.
         Consideremos los diferentes niveles del yoga:

Yama. Comprende cualidades como no violencia, verdad y desprendimiento.
Niyama. Incluye pureza, contento, estudio de las escrituras sagradas y autoconocimiento.
Asana. Se han desarrollado ampliamente a lo largo de los siglos, afectando a toda glándula y órgano corporal. Brindan firmeza y ligereza al cuerpo y a la mente, originando un profundo estado de relajación. Las asanas no son ejercicios gimnásticos, sino posturas que se mantienen determinado tiempo. Pueden hacerse solas, actuando los miembros del cuerpo como pesos y contrapesos. Reducen la fatiga y calman los nervios y uno desarrolla gran 
vitalidad y resistencia al practicarlas. Los nombres de las asanas son importantes y representan los principios de la evolución. Éstas deben dominarse antes de proseguir al cuarto nivel. Pueden producirse efectos negativos si no se efectúan las posturas de forma adecuada.
         Existe una gran gama de posturas que pueden beneficiar al cuerpo si se llevan a cabo correctamente; pero lo importante es el equilibrio. Un cuerpo que se flexiona con facilidad quizá no sea bueno para extenderse, y viceversa. Para aprender a extender el cuerpo en diferentes direcciones al mismo tiempo se requiere de práctica.
Pranayama. La palabra prana quiere decir energía vital y ayama significa control. Se refiere a todas las formas de energía física, mental, espiritual y cósmica. Es una técnica deliberada de inhalación, retención del aliento después de la inhalación, exhalación, suspensión de la respiración después de exhalar y una combinación de éstos individualmente o en serie. Los 
movimientos torácicos que los acompañan son expansiones verticales y horizontales.
         La práctica del pranayama ayuda al funcionamiento de los nervios. En la respiración pranayámica se mantienen relajados el diafragma torácico y los músculos accesorios de la respiración. Esto relaja los músculos faciales; cuando estos músculos se relajan pierden el control sobre los órganos de percepción, disminuyendo la tensión en el cerebro. Cuando esto ocurre se presenta un estado profundo de relajamiento neurofisiológico en el cerebro.
         Los efectos del pranayama incluyen el mantenimiento adecuado de la circulación de los fluidos en el cuerpo: se estimula la circulación arterial y venosa de todos los órganos. La práctica reduce la formación de ácido láctico, responsable de la fatiga en el cuerpo. Padecimientos como la alta y baja presión sanguínea, sinusitis crónica, dolores de cabeza, ansiedad y otros se pueden tratar por las múltiples variantes del pranayama, mientras 
que otras enfermedades como espondilitis, lumbago y otras necesitan la ayuda de las asanas.
Pratyahara. Es una disciplina de introspección para controlar la mente y los sentidos y así evitar que se disipe la energía mental.
Dharana, dhyana y samadhi. Todas son fases de la meditación, dirigidas a que el individuo alcance niveles correctos de acción y comprenda y elimine los sentimientos mundanos.
         El hatha yoga ha experimentado muchos cambios a lo largo de los siglos, pero su esencia es aún hoy la misma.

Dr. Krishna Raman



Dhyana: Meditación
Jiva: Alma individual
Manas: Mente
Shiva: Dios manifestado como el destructor o transformador del Universo.
Darma: Buenas acciones que se nos regresan.
Karma: Malas acciones que se nos regresan.


lunes, 21 de noviembre de 2016

"No dejes..."




“No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños. No te dejes vencer por el desaliento. No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber. No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario. No dejes de creer que las palabras y las poesías si pueden cambiar el mundo. Pase lo que pase nuestra esencia está intacta. Somos seres llenos de pasión. La vida es desierto y oasis. Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia. Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: tú puedes aportar una estrofa. No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre…”.

Walt Whitman

jueves, 17 de noviembre de 2016

Los Mandamientos del Abogado


Por: Eduardo J. Couture

I.                  Estudia
El derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serás cada día un poco menos abogado.

II.              Piensa
El derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

III.          Trabaja
La abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia.

IV.           Lucha
Tu deber es luchar por el derecho pero el día en que encuentres en conflicto el derecho con la justicia, lucha por la justicia.

V.               Sé leal
Leal para con tu cliente, al que no debes abandonar hasta que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aunque él sea desleal contigo. Leal con el juez, que ignora los hechos y debe confiar en lo que tú le  y que en cuanto, en cuanto al derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.

VI.           Tolera
Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.
VII.       Ten paciencia
El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.
VIII.   Ten fe
Ten fe en el derecho como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la justicia como destino normal del derecho; en la paz como substituto bondadoso de la justicia y, sobre todo, ten fe en la libertad, sin la cual no hay derecho ni justicia ni paz.
IX.          Olvida
La abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueres cargando tu alma de rencor llegará un día en que la vida será imposible para ti. Concluido el combate olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.
X.              Ama tu profesión

Trata de considerar la abogacía de tal manera que, el día en que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para el proponerle que se haga abogado.

sábado, 3 de septiembre de 2016

Nosotros o nuestros hijos


de: Fernando Trías de Bes. El País Semanal

Los padres intentan dejar la vida resuelta a sus descendientes, pero eso puede propiciar que nunca aprendan que las cosas hay que ganárselas con esfuerzo.

Conocí hará unos años a una persona obsesionada por dejar atado y maniatado el futuro de su único hijo. Era un empresario que había trabajado muy duro, continuando el negocio familiar y haciéndolo crecer. Ganó mucho dinero y lo fue invirtiendo en pisos hasta consolidar un patrimonio inmobiliario francamente impresionante. A su hijo lo educó protegiéndolo, con un exceso de celo que solo provocaba inseguridad en él. No entró a trabajar en el negocio familiar porque eso era exigirle. A medida que envejecía, la obsesión del empresario era cómo asegurar que a su hijo nunca le faltase nada y que nadie lo engañase. Para ello, procedió a vender todos los inmuebles mediante hipotecas privadas, de modo que su hijo recibiese su formidable herencia de forma fragmentada, mensualmente, sin opción a arruinarse o a disponer de todo el capital de un plumazo.
Aunque sea a otra escala patrimonial, esta es una preocupación habitual en muchos padres: dejarles algo a los hijos, un ahorro, un patrimonio, activos. Parte de la cultura de la propiedad que llevó a millones de españoles a adquirir su vivienda habitual se asentaba en tal intención: ser propietario de algo que algún día nuestros hijos pudieran disfrutar o convertir en dinero. Para muchos españoles, su piso es su ahorro.
Este es un juego de suma cero. Lo que gastemos nosotros no lo ahorrarán nuestros hijos. Los padres queremos lo mejor para ellos. Un padre o una madre sería capaz de cualquier cosa por un hijo, por no verlo sufrir, porque esté feliz, porque no le falte nada. 
Explicaré otro caso sorprendente. Tengo una buena amiga que trabaja en el sector textil. Uno de sus grandes clientes es uno de los principales empresarios de Bélgica, propietario de varios castillos en el centro de Europa. En cierta ocasión, volaban juntos a visitar a un proveedor. En pleno vuelo, pasaron el carrito de las bebidas, que eran de pago. El empresario preguntó cuánto costaba un refresco de cola. “Cinco euros”, le respondió la azafata. “Es muy caro, olvídelo”, dijo él. Mi amiga, que es muy dicharachera y espontánea, exclamó: “¡Pero si para ti cinco euros no son nada! Pídete el refresco”. Él respondió: “Claro que no son nada, pero esa no es la cuestión. El precio es desorbitado e, independientemente de que disponga de ese dinero, no estoy dispuesto a pagar ese precio porque no lo vale”.
¿Qué tiene que ver con ahorrar para nuestros hijos o gastar en nosotros mismos? Mucho. Porque lo que este empresario aprendió de sus padres era que el dinero cuesta un esfuerzo ganarlo. Había aprendido a reconocer el valor de las cosas. La cuestión no era si podía desembolsar cinco euros, sino si el refresco los valía. Mantener esta postura a lo largo de la vida es solo posible si uno ha aprendido a vivir así desde la infancia. Y es indispensable experimentar que el dinero ha de ganárselo uno.
Los padres afrontamos un problema. Incluso teniendo ahorro para dar en herencia a los hijos, estos creerán que no hemos sido del todo justos. Si una herencia reparte por igual, aquel a quien van peor las cosas considerará que sus padres fueron ajenos a su difícil situación. Si, en cambio, tratando de compensar la fortuna y avatares de la vida, se deja más herencia a quien le va peor, el que recibe menos sentirá que él merecía lo mismo y leerá en tal intento de compensación una falta de aprecio o justicia.
Conozco a dos hermanos que fueron tratados distintamente por sus padres. Uno recibía puntuales ayudas económicas y el otro nada. El primero se ha pasado la vida esperando más y el otro ha espabilado porque no esperaba nada. Se ha buscado la vida porque no contaba con nada más que los resultados de su esfuerzo. Al empresario belga lo educaron así. Sus padres no le dieron ni un duro. Es un hombre hecho a sí mismo que desde muy joven trabajó, incluso mientras estudiaba. Los jóvenes que en el verano imparten clases particulares o hacen de monitores en colonias para ganar unos dinerillos son los emprendedores de mañana. Los que tienden la mano y reciben una asignación semanal para sus gastos seguirán extendiéndola mientras caiga algo.
Mi opinión es que si a los hijos les queda herencia, perfecto. Pero no debe ser un objetivo. El mejor legado se compone de cuatro elementos: valores, conocimientos, educación y experiencias. Valores que pensemos que son los adecuados, los duraderos y sostenibles. Conocimientos y educación van de la mano y los hay de dos tipos: los académicos (estudios, idiomas…) y los de la vida (el mundo, las relaciones, uno mismo). Finalmente, experiencias. Educar consiste en provocar detonaciones controladas. Ahora que los padres estamos ahí para ayudarlos a levantarse, nuestra misión es que prueben y experimenten a una edad en que sus errores, problemas y preocupaciones son aún reconducibles, manejables, gestionables.
La madre oso, cuando decide que su cachorro está ya listo para sobrevivir, lo deja en el bosque y, cuando está distraído, se da la vuelta y, sin dolor, lo abandona. Cuando el pequeño descubre que está solo, llora. Se cree perdido. Cuando se da cuenta de que su madre no regresará, se busca la vida. Eso no funciona en los humanos. Nuestra misión es la de irlos enseñando a volar poco a poco, a probar, de modo que adquieran autonomía de modo paulatino. Ese sí que no es un juego de suma cero.
De nada sirve dejar en herencia dinero o patrimonio si los hijos no han aprendido a gestionar y valorar que cinco euros son cinco euros, y no los vale un refresco. El hijo del empresario que recibió una renta vitalicia de todos los inmuebles, cuando su padre falleció, se buscó un abogado y resolvió todos los contratos hipotecarios. Quería todo el dinero. Lo quería ya. Eso sí supo hacerlo porque estaba bien adiestrado en recibir dinero.
Sigue sin saber ganarlo.

domingo, 26 de junio de 2016

Entrepeneurship




Entrepeneurship trascends the simple argument that it increases material wealth. There's a moral component as well. As Arthur Brooks, president of the American Enterprise Institute wrote in The Wall Street Jounal recently, Entrepeneurship should not be extolled as a path to accumulating wealth but as a celebration of everyday men and women who want to build their own lives, wether they start a business and make a lot of money or not".




domingo, 8 de mayo de 2016

¿Podemos elegir qué sentir?


El doctor Richard Davidson, quien dirige el “Centro para las Investigaciones de Mentes Saludables de la Universidad de Wisconsin”, ha investigado porque algunas personas son más positivas que otras o más capaces de sobreponerse al dolor emocional o a situaciones adversas. Encontró que el nivel de resilencia se traduce en importantes diferencias en la actividad cerebral.

La actividad cerebral y los circuitos emocionales están conectados al pensamiento y son por lo tanto más accesibles a nuestra voluntad consciente.

Esto no quiere decir que podamos sentir lo que queremos; quiere decir que podemos modular las emociones. Lo más interesante es que tanto Davidson como otros expertos en emociones y cerebro han encontrado evidencias de que podemos enseñar a nuestro cerebro a modular las emociones. La clave radica en la neuroplasticidad.

El descubrimiento más destacado al respecto es el crecimiento de nuevas células cerebrales o neuronas o neurogénesis. “Se sabe que el estrés puede perjudicar la neurogenésis, y sabemos que cierto tipo de actividades pueden promoverla”, señala Davidson.

Se ha observado además que los circuitos de conexiones neuronales o sinapsis, también pueden modificarse. Esto sucede cuando las personas se vuelven expertas en alguna actividad, como tocar el piano, practicar ajedrez o jugar tenis. Con la acumulación de horas de práctica se va trazando y reforzando en su cerebro una nueva ruta de comunicación entre neuronas de diferentes regiones cerebrales, y esto facilita el perfeccionamiento.
       
La plasticidad del cerebro permite que modifiquemos  nuestras emociones, o al menos la forma  en que las experimentamos. “Encontramos que la mayoría de las personas puede aprender a transformar sus emociones por medio de ciertas técnicas y prácticas. Esto no significa que el cerebro sea infinitamente maleable, sino que somos capaces de tener cambios de gran escala en formas que van más allá de lo que reconocíamos hace 20 años”, refiere Davidson.
       
Uno de los métodos más efectivos es la meditación; esta puede inducir cambios funcionales y estructurales en el cerebro, en los patrones de conexiones (neuronales) y en el organismo.


Notas del artículo ¿Podemos elegir que sentir? de Verónica Guerrero M. Revista: ¿Cómo ves?

sábado, 7 de mayo de 2016

Ulises

Ulises es un hombre ingenioso, de mil recursos, que gracias a su destreza, sabe vencer las dificultades que le van saliendo al paso. 

Por ello mismo es humano a nuestra medida. Ulises es un reflejo de nosotros mismos. 

Atrae nuestra simpatía por su capacidad de recuperación, por su fidelidad a un ideal, que es infinitamente respetable por su espíritu abierto, tanto en la inteligencia como en el corazón. Hay una evidente desfase entre la inextricable dificultad de las situaciones en las que se encuentra y su fácil manera de resolverlas, que significa la victoria del espíritu.

La Odisea, Homero.

jueves, 28 de abril de 2016

Ley de Diciplina Financiera de las Entidades Federativas

El día de ayer el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, promulgó el Decreto por el que se expide la Ley de Disciplina Financiera de las Entidades Federativas y los Municipios, y se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de las leyes de Coordinación Fiscal, General de Deuda Pública y General de Contabilidad Gubernamental, publicado en la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación.
La nueva ley busca moderar el endeudamiento de las entidades y reducir el costo del financiamiento para los gobiernos locales, a través de  criterios de responsabilidad hacendaria que regirán a los estados y municipios para el manejo sustentable de sus finanzas públicas. 
Entre las principales medidas que se regulan destacan las siguientes: 
  • El gasto total propuesto por un gobernador o por un ayuntamiento, aprobado por el Congreso local, deberá contribuir a un balance presupuestario sostenible; 
  • Los estados estarán obligados a considerar en sus Presupuestos de Egresos las previsiones de gasto necesarias para hacer frente a los compromisos de pago que se deriven de los contratos de Asociación Público-Privada; 
  • Los recursos para cubrir adeudos del ejercicio fiscal anterior podrán ser hasta por el 2% de los ingresos totales de la entidad y del 2.5% del municipio que corresponda; 
  • Las legislaturas locales autorizarán los montos máximos para la contratación de financiamientos y obligaciones por medio del voto de las dos terceras partes de sus miembros presentes; 
  • Se establecen los términos y las obligaciones para la contratación responsable de deuda pública y se definen las bases que regirán el financiamiento de la Ciudad de México; 
  • El Ejecutivo federal, por conducto de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), podrá otorgar la garantía del gobierno federal a las obligaciones constitutivas de deuda pública de los estados y los municipios; 
  • Se implementa un sistema de alertas para el monitoreo de los niveles de endeudamiento de un ente público y se crea el Registro Público Único, en el cual se inscribirá y transparentará la totalidad de la deuda de dichos entes; 
  • Los recursos que obtengan las entidades y municipios de cuotas de gasolina y diesel podrán ser afectados en garantía, como fuente de pago de obligaciones, o en ambas modalidades, siempre y cuando sus obligaciones respaldadas con participaciones no excedan un monto equivalente al 100% de sus ingresos de libre disposición. 
Cabe señalar que el Decreto entró en vigor el día de hoy, y dentro de los artículos transitorios se prevé que el Sistema de Alerta y el Registro Público Único inicien su operación a más tardar el 1 de abril de 2017. Para ambos casos, el Reglamento respectivo se emitirá a más tardar 180 días naturales siguientes a la entrada en vigor del Decreto anteriormente citado. 

martes, 19 de abril de 2016

García Márquez: Aniversario luctuoso


...La lengua española tiene que prepararse para un oficio grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de 19 millones de kilómetros cuadrados y 400 millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga 54 significados, mientras en la República de Ecuador tienen 105 nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aún no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero dijo: «Parece un faro». Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazó un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejó escrito de su puño y letra que el amarillo es «la color» de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cerveza que sabe a beso?
Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempo no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo venturo como Pedro por su casa. En ese sentido me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los qués endémicos, el dequeísmo parasitario, y devuélvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revólver con revolver. ¿Y qué de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

miércoles, 13 de abril de 2016

Tener Esperanza


Tener esperanza es creer que el destino puede cambiar. Es confiar en que se va a tener suerte. Es estar convencido de que hay soluciones. Es un sentimiento positivo relacionado con la espera. Tener esperanza impide que caigamos en el desánimo, en la depresión y que demos algo por perdido. Cuando la pierdes, dejas de involucrarte con tu objetivo, pierdes el interés y no inviertes el esfuerzo, el trabajo ni la creatividad que requiere la situación.
Esperanza viene del latín “sperare”, que significa esperar. Tener esperanza es esperar soluciones. Entre las fortalezas humanas que nos permiten estar fuertes frente a la debilidad emocional, se encuentran el optimismo, las habilidades sociales, la honestidad, la ética, valores como la perseverancia, la capacidad de disfrutar y fluir y la esperanza.

Tener esperanza puede ser un hecho activo o pasivo. Puedes confiar y esperar que todo cambie o puedes intervenir y protagonizar el cambio. Ambas influyen de forma positiva, pero el control y la seguridad son mayores cuando participas en la construcción en tu destino. Una persona con esperanza activa:
- Espera cosas buenas del futuro, con lo que la atención está puesta en ver oportunidades.
- Aprovecha las circunstancias e interviene en las ocasiones que le brinda su entorno. Su éxito y fracaso dependen de ella.
- Confía en su capacidad, sus recursos y su talento.
- Tienen un estilo resolutivo para afrontar los problemas. Existen personas que esperan que las cosas ocurran y otros que intervienen para que sucedan.

La esperanza se puede cultivar, solo hace falta seguir unos sencillos consejos:
1. Decide qué significa tener esperanza para ti. Para unos puede tener un significado y para ti, otro. Define qué esperas y ponlo por escrito.
2. Recuerda que puedes hacer todos los cambios que te propongas. Tienes y tendrás capacidad de aprendizaje toda la vida. Tú puedes intervenir en tu destino.
3. Pide ayuda, no estás solo. Hay muchas personas que te puede ayudar pero necesitan conocer tus necesidades. Rodéate de personas que te den apoyo. Sentirte querido, protegido y escuchado ayuda a mantener el ánimo. Contar con apoyo y con una mente que piensa de forma distinta a la nuestra puede darnos ideas que jamás hubiéramos pensado.
4. Elabora planes. ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida? Visualiza lo que ves, dónde te ves y qué necesitas para llegar allí. Recuerda que siempre hay algo más que se puede hacer. La idea de no es posible, esto se ha terminado, no puedo hacer nada te limita e impide ver soluciones.
5. Entrena tu creatividad. No encuentras soluciones no porque no existan, sino porque igual analizas el problema desde un punto de vista muy limitado. Solemos analizar los problemas desde nuestra escala de valores, experiencia y visión del mundo. Pero existen más alternativas.
6. Analiza qué parte de la vida es controlable y cuál no. Así podrás centrarte en lo que depende de ti.
7. Cuídate y trabaja tu autoestima. La esperanza se sustenta en los recursos y la experiencia que tenemos. Por ello cuidar tu autoestima es parte fundamental para tener esperanza. Busca en tu pasado momentos de superación y de aprendizaje que puedan servirte en el ahora.
8. Elige tu entorno. La esperanza también depende de la confianza que nos inspira nuestro alrededor. Los profesionales que nos atienden, los recursos de los que disponemos, los avances de la ciencia, etc.
9. Involúcrate en acciones desinteresadas. Busca participar en algún voluntariado y actúa de apoyo para otros. Cuando trabajas tu altruismo, tu visión cambia. Te sientes mejor contigo mismo y mejora tu nivel de bienestar y compromiso.
10. Practica hábitos de vida saludables que te ayuden a tener un buen estado de ánimo. Descansa, come de forma sana, cuida tu higiene, practica ejercicio, ríe y ten tiempo para ti. Cuida de tu físico, tu mente y tus emociones. La ansiedad y la tristeza impiden evaluar lo que nos ocurre con objetividad. La relajación y la meditación te aportarán serenidad y paz.
Datos obtenidos en estudios psicológicos afirman que la fortaleza personal, la autoeficacia y el optimismo son importantísimos para vivir y  tener esperanza es determinante.  La idea de que algo bueno va llegar, algo bueno en lo que tú te puedes involucrar, promueve un estado saludable fortaleciendo nuestro sistema inmune, evitando la respuesta de ansiedad que se genera cuando nos sentimos indefensos ante las amenazas y mejorando nuestro estado anímico.

Autor: Patricia Ramírez Loeffler. El País. 10/IV/16.

domingo, 10 de abril de 2016

Emprendedores exitosos


Los emprendedores exitosos son un espejo en el que mirarse y también una fuente de envidia, porque ellos se atrevieron. ¿Por qué son especiales, por qué ellos pudieron? La iniciativa no viene genéticamente determinada, está más relacionada con la PERSONALIDAD fruto del aprendizaje, la experiencia, la observación de modelos y otros condicionantes.
            El emprendedor se define como:
1.    Valiente. Asumir retos sin miedo. Valora una situación, la analiza, desde diferentes puntos de vista y da un paso al frente.
Asume que el fracaso y la derrota son una posibilidad. No lo toma como algo negativo sino como parte del juego. Lo que diferencia al valiente del que no lo es, es su desasociación entre fracaso y game over. El fracaso es aprendizaje: en caso de no conseguir un objetivo a la primera, hay que volver a intentarlo.

La valentía no es cuestión de genes, sino de actitud y aprendizaje.

2.    El emprendedor se siente motivado cuando sale de su zona de confort. Lo seguro y tranquilo puede impedir crecer por miedo a lo desconocido. Un emprendedor asume que es incompatible querer crecer y superarse sin salir del recinto seguro.

3.    Plantearse lo que se quiere. Hay que plantear un objetivo, ver que recursos hay para alcanzarlo, y por qué es importante hacerlo.

4.    Trabajar con un punto de no retorno. Nada ni nadie puede quitarnos la idea, porque es un sueño.

5.    Pensamiento orientado al éxito y optimismo. Hay que tener confianza, verbalizarlo si es necesario: “Puedo hacerlo, estoy preparado”.

Si no queremos que algo ocurra, no pensemos en ello.

Un emprendedor no habla consigo mismo en términos tóxicos. Su idioma emocional le dice que hay oportunidades, que existen soluciones y que tiene que intentarlo.
Las personas optimistas procesan mejor la información negativa, evalúan y gestionan el riesgo con responsabilidad, tienen claridad mental para manejar la información compleja, trabajan con mayor creatividad y nuevas ideas.

6.    Creer en la buena suerte. Viven en un mundo plagado de oportunidades que ellos mismos fabrican y de las que participan.

7.    Estabilidad emocional. No se pone de los nervios cuando algo va mal, ni eufórico cuando va bien.

8.    Saber sufrir. Saber que se enfrenta a lo establecido.

9.    Tener control interno. Las claves del éxito y el fracaso están en nuestro interior.

10. Ser apasionados. Con pasión todo fluye y somos capaces de ser creativos e invertir energía y tiempo sin el coste de la pereza.


Video: “Abandona tu zona de confort”

miércoles, 23 de marzo de 2016

Sociedad por Acciones Simplificada


De acuerdo con el reciente Decreto que reforma a la Ley General de Sociedades Mercantiles, del pasado día 9 de febrero, se podrá crear una empresa con un solo socio y sin necesidad de capital mínimo: “Sociedad por Acciones Simplificada”.
Dichas reformas entrarán en vigor el 10 de agosto de 2016.
La sociedad por acciones simplificada es aquella que se constituye con una o más personas físicas que solamente están obligadas al pago de sus aportaciones representadas en acciones.
Los ingresos totales anuales de una sociedad por acciones simplificada no deberán rebasar 5 millones de pesos. En caso de rebasar el monto respectivo, la sociedad por acciones simplificada deberá transformarse en otro régimen societario contemplado en la Ley General de Sociedades Mercantiles.
En caso que los accionistas no lleven a cabo la transformación de la sociedad a que se refiere el párrafo anterior responderá frente a terceros, subsidiaria, solidaria e ilimitadamente, sin perjuicio de cualquier otra responsabilidad en que hubieren incurrido.
Para proceder a la constitución de una sociedad por acciones simplificada únicamente se requerirá:
I.     Que haya uno o más accionistas;
II.     Que el o los accionistas externen su consentimiento para constituir una sociedad por acciones simplificada bajo los estatutos sociales que la Secretaría de Economía ponga a disposición mediante el sistema electrónico de constitución;
III.    Que alguno de los accionistas cuente con la autorización para el uso de denominación emitida por la Secretaría de Economía, y
IV.   Que todos los accionistas cuenten con certificado de firma electrónica avanzada vigente reconocido en las reglas generales que emita la Secretaría de Economía.
En ningún caso se exigirá el requisito de escritura pública, póliza o cualquier otra formalidad adicional, para la constitución de la sociedad por acciones simplificada.
El procedimiento de constitución se llevará a cabo de acuerdo con las siguientes bases:
I.     Se abrirá un folio por cada constitución;
II.     El o los accionistas seleccionarán las cláusulas de los estatutos sociales que ponga a disposición la Secretaría de Economía a través del sistema;
III.    Se generará un contrato social de la constitución de la sociedad por acciones simplificada firmado electrónicamente por todos los accionistas, usando el certificado de firma electrónica vigente;
IV.   La Secretaría de Economía verificará que el contrato social de la constitución de la sociedad cumpla con lo dispuesto en la Ley, y de ser procedente lo enviará electrónicamente para su inscripción en el Registro Público de Comercio;
V.    El sistema generará de manera digital la boleta de inscripción de la sociedad por acciones simplificada en el Registro Público de Comercio;
VI.   La utilización de fedatarios públicos es optativa;
VII.   La existencia de la sociedad por acciones simplificada se probará con el contrato social de la constitución de la sociedad y la boleta de inscripción en el Registro Público de Comercio;
VIII.  Los accionistas que soliciten la constitución de una sociedad por acciones simplificada serán responsables de la existencia y veracidad de la información proporcionada en el sistema. De lo contrario responden por los daños y perjuicios que se pudieran originar, sin perjuicio de las sanciones administrativas o penales a que hubiere lugar, y
IX.   Las demás que se establezcan en las reglas del sistema electrónico de constitución.
Los estatutos sociales deberán contener los siguientes requisitos:
I.      Denominación;
II.     Nombre de los accionistas;
III.    Domicilio de los accionistas;
IV.    Registro Federal de Contribuyentes de los accionistas;
V.    Correo electrónico de cada uno de los accionistas;
VI.   Domicilio de la sociedad;
VII.   Duración de la sociedad;
VIII.  La forma y términos en que los accionistas se obliguen a suscribir y pagar sus acciones;
IX.   El número, valor nominal y naturaleza de las acciones en que se divide el capital social;
X.    El número de votos que tendrá cada uno de los accionistas en virtud de sus acciones;
XI.   El objeto de la sociedad, y
XII.   La forma de administración de la sociedad.
El o los accionistas serán subsidiariamente o solidariamente responsables, según corresponda, con la sociedad, por la comisión de conductas sancionadas como delitos.
Los contratos celebrados entre el accionista único y la sociedad deberán inscribirse por la sociedad en el sistema electrónico establecido por la Secretaría de Economía conforme a lo dispuesto en el artículo 50 Bis del Código de Comercio.
Todas las acciones deberán pagarse dentro del término de un año contado desde la fecha en que la sociedad quede inscrita en el Registro Público de Comercio.
Cuando se haya suscrito y pagado la totalidad del capital social, la sociedad deberá publicar un aviso en el sistema electrónico establecido por la Secretaría de Economía en términos de lo dispuesto en el artículo 50 Bis del Código de Comercio.
La Asamblea de Accionistas es el órgano supremo de la sociedad por acciones simplificada y está integrada por todos los accionistas.
Las resoluciones de la Asamblea de Accionistas se tomarán por mayoría de votos y podrá acordarse que las reuniones se celebren de manera presencial o por medios electrónicos si se establece un sistema de información en términos de lo dispuesto en el artículo 89 del Código de Comercio. En todo caso deberá llevarse un libro de registro de resoluciones.
Cuando la sociedad por acciones simplificada esté integrada por un solo accionista, éste será el órgano supremo de la sociedad.
La representación de la sociedad por acciones simplificada estará a cargo de un administrador, función que desempeñará un accionista.
Cuando la sociedad por acciones simplificada esté integrada por un solo accionista, éste ejercerá las atribuciones de representación y tendrá el cargo de administrador.
Se entiende que el administrador, por su sola designación, podrá celebrar o ejecutar todos los actos y contratos comprendidos en el objeto social o que se relacionen directamente con la existencia y el funcionamiento de la sociedad.
La toma de decisiones de la Asamblea de Accionistas se regirá únicamente conforme a las siguientes reglas:
I.     Todo accionista tendrá derecho a participar en las decisiones de la sociedad;
II.     Los accionistas tendrán voz y voto, las acciones serán de igual valor y conferirán los mismos derechos;
III.    Cualquier accionista podrá someter asuntos a consideración de la Asamblea, para que sean incluidos en el orden del día, siempre y cuando lo solicite al administrador por escrito o por medios electrónicos, si se acuerda un sistema de información de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 89 del Código de Comercio;
IV.   El administrador enviará a todos los accionistas el asunto sujeto a votación por escrito o por cualquier medio electrónico si se acuerda un sistema de información de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 89 del Código de Comercio, señalando la fecha para emitir el voto respectivo;
V.    Los accionistas manifestarán su voto sobre los asuntos por escrito o por medios electrónicos si se acuerda un sistema de información de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 89 del Código de Comercio, ya sea de manera presencial o fuera de asamblea.
La Asamblea de Accionistas será convocada por el administrador de la sociedad, mediante la publicación de un aviso en el sistema electrónico establecido por la Secretaría de Economía con una antelación mínima de cinco días hábiles. En la convocatoria se insertará el orden del día con los asuntos que se someterán a consideración de la Asamblea, así como los documentos que correspondan.