jueves, 31 de octubre de 2013

Nuevos protagonistas




Mauro Guillén y Esteban García Canal sistematizan las claves del crecimiento de los nuevos protagonistas a nivel mundial surgidos de los mercados emergentes, en siete principios de gestión; principios que pueden ser emulados por cualquier empresa del mundo. Emerging Markets rule: growth strategies of the new global giants, Mc Graw Hill.

I.- La ejecución por sobre todo. La ejecución debe prevalecer sobre la formulación de la estrategia empresarial. En un mundo tan cambiante las compañías hacen mejor en experimentar continuamente, realizando los ajustes necesarios en función de los resultados obtenidos, más que esperar a definir una estrategia “perfecta” que podría estar obsoleta en el momento de ejecutarla.

II.- Adaptación. El segundo principio guarda relación con la adaptación a los nichos de mercado. Cuando las compañías se dirigen hacia un nuevo mercado deben buscar el camino de menor resistencia, que normalmente supone un nicho de mercado desatendido por los competidores locales y que se adapte a sus productos.

III.- Acumular escala. Este principio aconseja acumular escala con rapidez para así prevenir la entrada de nuevos competidores, atraer a competidores sensibles al precio y acumular cuota de mercado.

IV.- La habilidad para aceptar el caos. Se menciona el caso de Haier que se expandió a lo largo del mundo sin importarle las fuentes de caos y complejidad externa e interna. Construyó una red de alianzas internacionales como principal vía de expansión, para así minimizar su exposición al riesgo y maximizar la adaptación a los mercados locales, lo que la llevó a ser la segunda compañía de computadoras en el mundo.

V.- Adquisiciones inteligentes. En muchos casos las adquisiciones son operaciones que tiran por la borda todo lo ganado en su crecimiento orgánico. En primer lugar, la adquisición debe complementar las capacidades existentes. En segundo lugar, se debe hacer en el momento adecuado y con la estrategia de integración adecuada.

VI.- Mercados internacionales. Si una compañía espera  a estar completamente preparada para incursionar en los mercados externos, puede ser demasiado tarde. La exposición temprana permite hacer ajustes a todo el feedback obtenido en estos mercados, lo que la introduce en una senda por la que se llega a un círculo virtuoso de aprendizaje y refuerzo de la competitividad.

VII.- No hay vacas sagradas. Todo aquello que condujo a una empresa hacia el éxito en el pasado puede ser un lastre a la hora de aprovechar nuevas oportunidades que se presentan a lo largo y ancho del mundo.

martes, 29 de octubre de 2013

La muerte del curriculum vitae



Las reglas del juego laboral se han modificado. Hay que cambiar de mentalidad, Ahora la seguridad laboral reside en nuestra habilidad para aportar valor de forma constante. Borja Villaseca El País Semanal 24/X/13

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Este artículo está escrito para quienes ahora mismo se encuentran en el desempleo. Para quienes padecen de frustración e impotencia por comprobar que no encuentran un puesto de trabajo. Para quienes llevan tiempo sintiendo que enviar currículos se ha convertido en una pérdida de tiempo. Y en definitiva, para quienes han dejado de tener miedo a reinventarse profesionalmente porque ya no tienen nada que perder. Para todos ellos, a continuación se describe un recorrido compuesto por nueve etapas. Cada una de ellas representa un camino que el lector deberá transitar por sí mismo. Buen viaje.

1. Tomar las riendas de nuestra vida profesional. La crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de transformación del modelo productivo que rige nuestro sistema económico. Nos ha tocado vivir el fin de la era industrial y el inicio de la era del conocimiento. Las reglas del juego laboral han cambiado y seguirán cambiando, cada vez más deprisa. Las instituciones establecidas ya no tienen la capacidad de procurar seguridad económica para los ciudadanos. Los puestos de trabajo con contrato indefinido están disminuyendo. Y para muchos ha llegado la hora de hacerse cargo de ellos mismos laboralmente. Y de realizar una función profesional útil, creativa y con sentido, que preferiblemente no pueda automatizarse y digitalizarse por medio de las nuevas tecnologías, ni tampoco externalizarse a un país en vías de desarrollo.

“No podemos resolver un problema desde el mismo nivel de comprensión en el que lo creamos”

Albert Einstein

2. Cultivar nuestra inteligencia emocional. Estar en el desempleo es una situación laboral muy complicada de lidiar. Sin embargo, para poder iniciar un proceso de cambio es importante no dejarnos llevar por la queja, el victimismo o la culpa, pues con ello tan solo conseguimos consumir la energía vital que necesitamos para buscar nuevas soluciones y alternativas. Es fundamental invertir tiempo en conocernos en profundidad, aprendiendo a sanar nuestra autoestima y a cultivar la confianza en nosotros mismos. En la medida en que desarrollamos nuestras fortalezas internas, empezamos a afrontar la adversidad de una forma más responsable, optimista y eficiente. Y a base de entrenamiento, verificamos que nuestro grado de satisfacción no tiene tanto que ver con nuestras circunstancias, sino con la actitud que tomamos frente a ellas.

3. Entrenar la inteligencia financiera. En general, las creencias sobre el dinero se pasan de generación en generación por inercia, sin darnos cuenta. Del mismo modo que no elegimos nuestro equipo de fútbol, nuestra visión laboral y financiera del mundo ha sido prefabricada; viene de serie. No nos han enseñado a resolver por nosotros mismos nuestros propios problemas económicos. Cultivar nuestra inteligencia financiera nos capacita para presupuestar nuestro dinero, dándonos la oportunidad de generar excedentes con los que ahorrar, invertir y no depender de préstamos o deudas. También nos muestra cómo ganar más y gastar menos, emancipándonos de las instituciones establecidas.

4. Descubrir el propósito profesional. En vez de hacer lo que se supone que tenemos que hacer (buscar salidas profesionales), es hora de encontrar nuestro verdadero propósito. Y para lograrlo es esencial que escojamos un camino laboral que tenga sentido para nosotros. Más allá de los motivos típicos que nos mueven a trabajar (dinero, poder, seguridad, comodidad o reconocimiento), hemos de conectar con una motivación intrínseca que nos permita concebir nuestra profesión de forma más vocacional. Para ello, hemos de redefinir nuestro concepto de éxito, así como los valores que queremos que guíen nuestras decisiones y acciones. ¿Qué haríamos profesionalmente si no tuviéramos que ganar dinero? ¿A qué nos dedicaríamos si supiéramos que todo va a salir bien? ¿Qué haríamos si no tuviéramos miedo? Saber la respuesta de estas preguntas no tiene precio.

5. Decidir el rol laboral. El 85% de los profesionales españoles trabajan como “empleados”, vendiendo su tiempo a cambio de un salario a final de cada mes, formando parte de un sistema productivo que enriquece a otras personas. Pero más allá de este rol profesional existe el de “emprendedor”. Es decir, aquel que trabaja para sí mismo como autónomo o freelance, o bien monta un proyecto contratando a otras personas. Cada uno cuenta con una serie de ventajas y desventajas, requiere de un tipo de mentalidad específico y va acompañado de un determinado estilo de vida. De ahí que pasar de empleado a emprendedor implique un profundo cambio en la manera de relacionarse con el mercado de trabajo. Y dado que la seguridad laboral está en entredicho, es cuestión de elegir entre la incertidumbre del empleado y la incertidumbre del emprendedor.

6. Hacer algo que nos apasione y que potencie nuestro talento. A pesar de haber recibido la consigna de que “no podemos ganarnos el pan haciendo lo que nos gusta”, a la hora de reinventarse es fundamental dedicarnos a una profesión que nos motive e interese de verdad. Solo así encontraremos la fuerza y la dedicación para dar lo mejor de nosotros mismos, potenciando nuestras virtudes y habilidades. Todos albergamos algún tipo de talento por descubrir y desarrollar. En esencia, el talento es la forma con la que expresamos nuestro valor. Eso sí, los dones que se necesitan para llevar a cabo las nuevas funciones profesionales no tienen nada que ver con la educación industrial o las aptitudes académicas convencionales. Más bien surgen al comprometernos con nuestro proceso de autoconocimiento y desarrollo personal. Cuanto más nos conocemos, más nos valoramos por ser quienes somos. Y cuanto más nos valoramos, más sabemos para qué servimos y cómo podemos ser útiles para la sociedad.

7. Encontrar un problema social que nos motive resolver. La gente está dispuesta a pagar por productos y servicios que cubran sus necesidades y satisfagan sus aspiraciones. El reto consiste en saber qué problemas podemos resolver haciendo eso que nos gusta a través de nuestros talentos. También es importante diseñar “propuestas de valor” que mejoren la calidad de vida de otras personas. A su vez, es fundamental conocer las últimas aplicaciones y herramientas digitales que podemos emplear a través de Internet, concibiendo así nuevas formas de aportar valor al mercado laboral.

8. Invertir en formaciones específicas. En este punto del camino puede resultar decisivo asistir a seminarios que nos enseñen a “saber cómo” y a “tener con qué” expresar nuestro talento. En este sentido, la universidad convencional parece estar dejando de ser la única opción. ¿Cuánto de lo que hemos estudiado nos ha sido de verdadera utilidad para desempeñar nuestro actual trabajo? La nueva formación va a estar cada vez más centrada en ofrecer cursos prácticos que nos enseñen a desarrollar habilidades que nos permitan resolver problemas concretos. La inversión más importante la hemos de hacer en nosotros mismos. Nuestra inteligencia, nuestra creatividad y nuestro talento son nuestra principal fuente de riqueza.

“No permitas que nunca nadie te diga lo que vales. Tú eres el
único capaz de saber
tu propio valor”
Muhammad Ali

9. Desarrollar la marca personal. El marketing está democratizándose y personalizándose. Y cada vez va a estar más protagonizado por la “marca personal”. Una vez tenemos claro qué ofrecemos, el reto es descubrir cómo lo ofrecemos. Es decir, la manera en la que nos comunicamos y conectamos con las personas a las que pueden servir nuestros servicios. Es primordial montar una web explicando los beneficios y soluciones que aportamos, utilizando las redes sociales para darnos a conocer a nuestros potenciales clientes. Por medio de nuestra marca personal conseguimos que nuestra profesión sea un reflejo de la persona que somos, aprendiendo a ganar dinero como resultado de crear riqueza para la sociedad.

lunes, 28 de octubre de 2013

Big data


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El denominado Big data es la nueva herramienta para sistematizar los datos procedentes de cualquier soporte y convertirlos de forma automática en información útil para las empresas. En torno a ella se está creando un mercado evaluado en 132,000 millones de dólares para 2015 de acuerdo con la firma Gartner. Los expertos comparan a la nueva herramienta a la revolución industrial en el mundo de los datos y afirman que con ella cambiará nuestra forma de vida.

        El flujo de información no tiene comparación en la historia, el 90% de los datos acumulados en todo el mundo se han creado en los dos últimos años, cada día se escriben 400 millones de twits, cada minuto se crean 600 nuevos blogs y cada segundo se registran 10,000 transacciones de pagos con tarjeta. Cada día se conectan nuevos instrumentos a Internet y requieren constantes intercambios de información. Por ello las empresas investigan sus aplicaciones para mejorar el desempeño, ahorrar consumos o lanzar nuevos productos o servicios.

        Las aplicaciones son muy variadas y van desde su utilización para la construcción de una nueva planta para hacerla más productiva y rentable; o en la instalación de un robot en un banco para mejorar la atención a sus clientes; o para ayudar a encontrar en un hospital un buen diagnóstico entre un millón y medio de fichas de pacientes. Otra aplicación se está desarrollando en Holanda consistente en la instalación de un sistema de control y gestión del agua que podrá ahorrar  1,000 millones de euros anuales, además de  evitar desastres. Otro ejemplo es el de una cadena minorista que  acaba de implantar el big data para controlar la energía en 120 de sus tiendas. Por decirlo de manera sencilla el uso de esta herramienta permite organizar los datos de tal forma que acelera de 15 a 100 veces la solución de problemas y las consecuentes predicciones del negocio. Fidelizar clientes con nuevos servicios desarrollados gracias al análisis acelerado de la información es otra de las grandes ventajas.

        Las farmacéuticas y las aseguradoras de todo el mundo han sumado la fuerza de sus datos para acelerar la investigación contra el cáncer, el alzhéimer y otras lacras de la sociedad; esto para hacer predicciones de comportamientos futuros de pacientes.
        Se puede predecir que la principal línea de negocio de big data estará en las empresas de servicios. Tomarán y mezclarán la información procedente de distintas fuentes y harán campañas de marketing personalizado – más certero asociado a la geolocalización con datos de su perfil de riesgo, sus gustos y sus hábitos.  

sábado, 26 de octubre de 2013

El poder de lo pequeño



El éxito es el efecto acumulado de hábitos insignificantes que son los que marcan la diferencia. Los arrebatos no conducen a nada; la constancia es la que lleva a todas partes. Artículo escrito por Raimon Samsó, El País Semanal, 20/X/13.

 

ampliar fotoUn avión parte de Moscú con destino a Madrid, pero sufre una avería inadvertida en su sistema de navegación que crea una mínima desviación del rumbo de menos de un grado. El avión acaba aterrizando en Mallorca. ¿Cómo se desvió tanto? Un grado es muy poco, sin embargo, ese pequeño desajuste durante cinco horas de vuelo crea una enorme diferencia en el resultado. Cuando hablamos de comportamientos humanos durante… ¡toda una vida!, las desviaciones son aún mayores. En realidad, lo que determina lo que conseguimos no son las grandes decisiones, sino las menores y los actos cotidianos. En este artículo trataremos sobre cómo las personas pueden alejarse de sus deseos y objetivos si no disponen de un plan de vuelo y un sistema de navegación perfectamente ajustados.

Dos hermanos comparten la misma familia, genética, posibilidades y educación, entorno…, y, sin embargo, con el paso de los años, sus vidas se hacen cada vez más diferentes. Básicamente hay tres factores que influyen en esa divergencia: sus elecciones, sus acciones y sus relaciones.

 

“El mundo entero se aparta cuando ve pasar a un hombre que sabe adónde va”

Antoine de Saint-Exupéry

Lo cierto es que no podemos “no elegir”. No tomar una decisión es, en realidad, tomar una: demorarla. De modo que estamos decidiendo o dejando de hacerlo, cada día. Y lo que acaba ocurriendo es que la vida es el resumen de todas ellas, sean menores o mayores. Cualquier cosa que acaba entrando en nuestras vidas es la consecuencia de una cadena de actos y caminos que elegimos o no.

Las decisiones mayores son aquellas que se toman conscientemente y suelen requerir a veces ayuda de terceros en forma de consejo, pero siempre tiempo de reflexión. Las menores son las que se deciden casi sin pensarlo y acaban creando un efecto compuesto. De las dos, son las pequeñas elecciones las que se acumulan día tras día y marcan una gran diferencia.

Tomar decisiones sabias es más sencillo cuando se tienen claros cuáles son los valores prioritarios y adónde se va. Para no equivocarse conviene hacerse esta sencilla pregunta: ¿la dirección que voy a tomar concuerda con lo que me importa prioritariamente en la vida?

Para conseguir grandes resultados no es preciso llevar a cabo grandes acciones, sino pequeñas repetidamente a lo largo del tiempo. El éxito es el efecto acumulado de hábitos insignificantes. Y el truco está en insistir en un comportamiento positivo el tiempo suficiente como para que marque una distinción significativa a medio plazo. Es el poder de las pequeñeces acumuladas.

Ganar es el resultado de una suma de costumbres; perder, también. Es algo que saben muy bien los deportistas. Por ejemplo, Michael Phelps es un brillante modelo del poder multiplicativo del hábito. Sus rutinas de entrenamiento son muy estrictas, previsibles, sistemáticas. Es obvio que su anatomía estaba diseñada para ganar, pero su enorme éxito es fruto de su persistencia.

A menudo, para implementar una rutina, las personas recurren a la fuerza de voluntad. Es un error. Están luchando consigo mismas, y, a la larga, abandonarán, porque la lucha desgasta. ¿Cuál es la alternativa? La mo­­tivación. Establecer un hábito nuevo solo tiene futuro cuando concuerda con los valores principales de la persona. El poder de algo que nos estimula disuelve las luchas internas y proporciona combustible mental para pasar a la acción.

Sin tener en cuenta en cualquier elección esos valores básicos, las personas caen víctimas de sus contradicciones internas y dejan de perseguir sus deseos y sus sueños.

Por suerte, todo lo que se aprende en la vida puede reaprenderse. Los hábitos no son una excepción a esta regla y se pueden cambiar. El mejor modo de terminar con uno negativo es empezar uno nuevo y positivo que lo sustituya, y que esté propulsado por la fuerza imbatible de la motivación.

No hay una mejor estrategia para conseguir lo que se desea en la vida que crear hábitos positivos que conduzcan a lograrlo, y después, delegar el trabajo en el poder de la costumbre, seguir el flujo del tiempo, y dejar de esforzarse una vez puesto en marcha el impulso de la inercia.

Las personas que nos rodean: familia, amistades, compañeros de trabajo… crean una gran influencia en cada uno de nosotros. En psicología se conoce este efecto como la influencia del “grupo de referencia”. Es una información silenciosa, inconsciente y que se acumula con el paso del tiempo. Y se traduce en una imitación inconsciente de lo que el “grupo” dice, piensa, hace, siente, come, viste, se comporta…

Se podría decir que una persona es la suma de las influencias personales que ha recibido a lo largo de su vida, que, como es de imaginar, pueden ser positivas o negativas, y acabará pareciéndose mucho a la gente con la que tiene más trato. La pregunta que nos deberíamos formular es: ¿quién o quienes ejercen ese poder sobre mí?

 

La persistencia del 'pit bull'

¿Qué tienen en común los empresarios de éxito y las personas que consiguen realizar sus sueños? Simplemente, ¡no se rinden nunca! Han aprendido la disciplina de la persistencia. Esto es verdad tanto para la gente que consigue sus sueños profesionales como personales. Pero esta cualidad es muy rara en la población en general. Vivimos en una era de gratificación instantánea. ¡Los adultos quieren conseguir sus sueños inmediatamente! Y cuando no lo logran, sus sueños van bajando en la escala de valores, son demorados y, finalmente, abandonados”.

Pasos simples hacia sueños imposibles, de Steven K. Scott.

¿Es importante filtrar las influencias que recibimos? Por supuesto que sí, ignorar su efecto puede salir caro. Y si no, que se lo pregunten a cualquier padre o madre que vigila escrupulosamente con quién anda su hijo o hija. Tan importante es el efecto de las compañías en un adolescente como en un adulto. A fin de cuentas, como afirma el dicho: “Dime con quién andas y te diré quién eres” o “Dios los cría y ellos se juntan”.

Casi siempre que se toma una decisión, las personas empiezan con mucha energía y empeño, pero, a la larga, acaban abandonando. Ese exceso inicial es en realidad contraproducente porque semejante nivel de energía no se puede mantener por mucho tiempo. Querer hacerlo todo cuanto antes es provocar el abandono. Es mejor iniciar la tarea o el plan con menos fuerza, pero mantenerlo en el tiempo hasta conseguir el objetivo. El éxito es resultado de dosificar las fuerzas, de mantener el ritmo, de la regularidad. Es así como se ganan carreras y como los equipos consiguen torneos.

La disciplina es esa regularidad, constancia, cadencia o ritmo. No hace falta hacer mucho de golpe, pero sí algo cada día. Por ejemplo, al empezar una dieta es mejor aplicarse a unas normas razonables y no saltárselas ni un día, antes que matarse de hambre los tres primeros días. Los atletas saben muy bien que las medallas se consiguen dosificando el ritmo. Una vez más, es el poder de los pequeños pasos, que proporcionan resultados extraordinarios.

De nada sirve tener una arrancada de caballo y después una parada de burro. Eso significa ser víctima de un gran entusiasmo inicial, no dosificado, para pasar a abandonar y volver al estadio inicial al poco tiempo. Los arrebatos no conducen a nada; pero los planes sostenidos y la constancia conducen a todas partes.
 

“Te convertirás en una combinación de las cinco personas con quienes pasas más tiempo”

Jim Rohn

Todas las personas tienen sueños, pero no todas los consiguen. ¿Es cuestión de mérito, genes, inteligencia o suerte? No, más bien se debe a trabajar para conseguirlos con método; es decir, mediante una rutina diaria. Repetir una acción cada día, semana o mes. Un acto que está implícito en la agenda y ni siquiera hay que apuntarlo, se da por hecho. Es como cepillarse los dientes, se hace automáticamente después de cada comida, sin que haga falta recordarlo.

Cuando se pone en marcha un objetivo, lo primero que conviene hacer es preguntarse qué rutinas conducirán a él. Seguramente, un buen coach preguntaría a su cliente: “¿Qué tres acciones sencillas te acercarían a tus grandes objetivos?”. Sí, pasos simples hacia resultados extraordinarios. Y si esa persona es sistemática, y se aplica a dar tres pasos diarios, su éxito está asegurado. No importa lo lejos que vaya, tres pasos al día, tarde o temprano, le llevarán a donde sea que se dirija.

domingo, 20 de octubre de 2013

Cumplir los sueños (propios),




Recuperar los deseos más profundos de nuestra infancia es una poderosa motivación y un acto de justicia hacia nosotros mismos. El artículo es  de la autoría de Francesc Miralles, El País Semanal 6 de octubre 2013.

 

ampliar fotoEn el paso de la infancia enterramos bajo las obligaciones muchos sueños. La madurez viene acompañada casi siempre del temido “baño de realidad”. El futuro, que para el niño tenía un horizonte casi infinito de posibilidades, se puede estrechar hasta convertirse en una vía de sentido único. Frases como “qué le vas a hacer” o “la vida es así” certifican el fin de las ilusiones para pasar a un mundo de certezas totalmente previsible. Sin embargo, ¿es esa la clase de existencia que queremos vivir?

 

Este artículo es una invitación a rescatar los sueños que dejamos atrás, algunos de los cuales están reclamando un sitio en nuestra vida adulta para volver a sentirnos nosotros mismos.

"La sabiduría suprema es tener sueños lo bastante grandes para no perderlos de vista mientras se persiguen”

William Faulkner

Cuando se habla de sueños casi inalcanzables, a menudo se cita el caso de Lou Holtz, quien a mediados de la década de los sesenta se encontró en una situación crítica. Tenía 28 años, acababa de perder su empleo, no tenía un céntimo y su mujer estaba embarazada de ocho meses.

En lugar de venirse abajo y lamentar su mala suerte, este estadounidense se sentó a la mesa del comedor para redactar una lista con sus deseos más desmesurados e improbables. Ni corto ni perezoso, llegó a anotar 107 metas tan ambiciosas como cenar en la Casa Blanca, conocer al Papa, ser el entrenador de su equipo favorito de fútbol americano, aparecer en el magacín televisivo The tonight show...

Tras completar una lista que parecía un catálogo de locuras, Lou Holtz pasó a la siguiente fase y se propuso lo siguiente: “Una vez has escrito todo lo que quieres conseguir en la vida, asegúrate de que cada día haces algo concreto para cumplir al menos uno de esos sueños”.

Para asombro de muchos, los cuatro propósitos “casi imposibles” que hemos enumerado los llegó a cumplir, junto con muchos más. Él alcanzó su sueño americano gracias a un hecho evidente y, al mismo tiempo, obviado: muchas cosas nunca llegan a suceder porque nadie se atreve a intentarlas.

Algo así sucede con las grandes metas que pudimos tener de niños y que de adultos nos parecen ingenuas. Son de tal envergadura, que les asignamos la etiqueta de “imposibles”. Sin embargo, alguien acabará siendo astronauta o dirigiendo la Filarmónica de Berlín.

Tanto en la época de la pluma y el bolígrafo como en la era digital, las palabras escritas tienen una fuerza superior al pensamiento, que nos seduce por unos instantes y luego se va diluyendo. El solo hecho de anotar un propósito en un papel o en un archivo de Word hace que nuestro inconsciente sepa en todo momento que el objetivo sigue ahí.

"La mejor manera de hacer realidad tus sueños es despertar”

Paul Valéry

En su libro ¡Escríbalo y hágalo realidad!, Henriette Anne Klauser propone que escribamos nuestro propio guion vital a partir de las metas que queremos conquistar. Según esta autora, no se trata de hacer una lista que nos haga sentir culpables si no cumplimos ninguno de los puntos. Lo esencial al escribir los propios sueños es que podemos identificarlos y empezamos a verlos posibles.

Estos son algunos de los consejos que brinda en su manual:

Escribir nuestros objetivos sin temer que sean demasiados, ni excesivamente grandes. El solo hecho de haberlos plasmado en el papel hará que estemos más atentos a las oportunidades y posibilidades.

Fijar prioridades. Klauser recomienda ordenar las metas por importancia, a la vez que nos preguntamos por qué el deseo que ocupa el primer lugar está allí. Entender nuestros deseos también nos ayuda a materializarlos.

Soñar cerca del agua. Por extraño que parezca, se ha comprobado que la creatividad “fluye” mejor cuando estamos al aire libre, así que la autora recomienda abandonar la silla y airearnos.

Escalonar los logros. Alcanzar una meta, por pequeña que sea, nos dará impulso para la siguiente.

Hay hábitos negativos que desactivan nuestros propósitos más profundos. Sin duda, el más poderoso es el miedo al fracaso. Muchos proyectos que podrían realizarse se quedan en estado embrionario por temor al batacazo que sufriríamos si las cosas no saliesen bien. A su vez, este miedo está fundamentado en varios prejuicios e ideas preconcebidas:

Fracasar en el pasado nos autoconvence de que lo mismo nos espera en próximos intentos.

Nos preocupa la opinión de los demás si nos atrevemos a llevar adelante un gran proyecto. ¿Pensarán que somos demasiado ambiciosos?

Creemos que los grandes sueños son patrimonio de personas mucho más capacitadas que nosotros.

En ese sentido, a veces la mejor manera de cumplir un sueño es detectar y eliminar los cortafuegos que ponemos para que pueda desplegarse.

En uno de los vídeos más célebres de la era YouTube, el profesor universitario Randy Pausch anunciaba ante sus alumnos que a sus 46 años estaba sentenciado de muerte debido a un cáncer incurable.

Llena el papel con cada latido de tu corazón”

William Wordsworth

Sobre esta charla en la Universidad Carnegie Mellon, que dio la vuelta al mundo y se convertiría en el libro La última lección, Pausch aseguró que la había pronunciado sobre todo para sus tres hijos pequeños, a los que no vería crecer. Y en ella dio las siguientes claves:

Debemos creer que todo es posible, nunca hay que perder esa visión.

Si no puedes alcanzar tus sueños, lograrás ya mucho intentando alcanzarlos. Los muros que nos frenan en nuestro camino están allí por una razón: sirven para saber cuánto queremos lograr nuestros sueños.

Nunca permitas que la diversión y el asombro te abandonen.

Antes de llevar a cabo cualquier sueño debes decidir entre ser una persona positiva o negativa.

Jamás subestimes la importancia de hacer las cosas de forma divertida.

Muestra gratitud a los demás.

No te quejes, eso nunca ayuda a hacer realidad tus sueños.

Trabaja duro para alcanzar todo lo que quieres.

La experiencia es aquello que te queda cuando no obtienes lo que deseabas.

Tenemos la misión de poner en nuestro horizonte aquello que un día iluminó nuestro corazón y entregarnos a la tarea de lograrlo. La vida pondrá lo demás.

Video Randy Pausch: La última lección http://www.youtube.com/watch?v=ji5_MqicxSoampliar foto  

 

viernes, 18 de octubre de 2013

Banco de México



 


Posted by John Taylor

Twenty years ago, a new legal requirement for central bank independence was introduced in Mexico. Here is the English translation:

The State shall have a central bank, which shall be autonomous in exercising its function and management. Its main goal will be to foster the stability of the national currency’s purchasing power, therefore strengthening the State’s role in guiding the country’s development. No authority shall order the central bank to grant financing.

The results were amazing. The inflation rate fell from a 43% average from 1970-94 to 4 percent during the last decade.

But it was not only the law that made this accomplishment possible. It was the steady implementation of the law with a rule-like monetary policy (a type of inflation targeting) by three governors of the Banco de Mexico (Miguel Mancera, Guillermo Ortiz, and Agustin Carstens) and their staffs during the past twenty years. It was also due to their maintaining a degree of de facto independence to match the de jure independence.

This was not easy. The history of central banking shows that de jure independence does not always lead to de facto independence or to rule-like monetary policy. In fact, within a given law (de jure independence), there can be (1) variations in the degree of de facto independence, (2) variations in rules-based vs. discretionary policy, and, as a result, in my view, (3) variations in macroeconomic performance.

In the U.S.A for example, there were virtually no changes in de jure independence in the past half century. Although there were several changes in the Federal Reserve Act, well-known indices of de jure central bank independence show little change. In contrast, there were large changes in de facto independence. According to historical research by Allan Meltzer, Marvin Goodfriend, and Otmar Issing, the 1970s and recent years show deviations from de facto independence compared with the 1980s, 1990s and until recently. These periods are also characterized by discretionary rather than rule-like policy. And of course macroeconomic performance was much worse during those periods.

Some relevant facts and figures are in these slides which I presented yesterday at the Banco de Mexico Conference celebrating 20 years of central bank independence in Mexico at which many central bankers and the President of Mexico spoke. Congratulations

miércoles, 16 de octubre de 2013

Premio Nobel de Economía



Tres norteamericanos fueron galardonados con el premio Nobel en economía el día de ayer. Su trabajo ha contribuido a responder a una pregunta crucial: ¿Qué determina el precio de un activo, se trate de una acción, un bono o una casa?

Los ganadores son Eugene Fama y Lars Peter Hansen de la Universidad de Chicago; y Robert Shiller de la Universidad de Yale. El trabajo que han desarrollado abarca desde temas como índices de precios de fondos de renta fija hasta una comprensión más profunda de por qué los precios de las casas se pueden convertir irracionablemente altos, como sucedió en la década pasada.

Fama y Shiller son considerados directamente opuestos en sus visiones de cómo los mercados determinan los precios de los activos financieros. Fama, de 74 años, es el padre de la“teoría de los mercados eficientes”; teoría basada en la idea de que los mercados son eficientes en incorporar toda la información disponible sobre el valor de un activo, por ello se convierte en un trabajo de tontos (fool's errand) en tratar de predecir en qué dirección irá el precio de una acción o bono. Shiller, por su parte, propone la idea de que los mercados, guiados por la psicología humana, pueden crear precios inflados de manera sostenida, como sucedió a finales de los 90’s cuando el optimismo excesivo condujo al mercado accionario a la formación de la burbuja especulativa. El profesor Shiller es un estudioso de la “economía conductual”; esto es el estudio de como las anomalías en la psicología humana pueden crear resultados que la teoría económica tradicional no puede predecir.

Al otorgar el premio de manera compartida, el comité Nobel pretende fusionar estas escuelas de estudio en competencia para integrar una teoría unificada que reconozca lo que los economistas entienden por precios de los activos.

La investigación de Fama es fundamental para la teoría financiera moderna, a pesar de que su trabajo se ha ensombrecido en los años recientes por los giros violentos en los mercados financieros que nos sugieren que los mercados financieros son cualquier cosa pero no racionales. El documento en el que sembró toda su teoría “Random Walk in Stock Market Prices”, (Un recorrido aleatoria en los precios de las acciones) de 1965, es parte de un cuerpo de estudio que duda de cualquier teoría que pueda predecir el precio futuro de una acción simplemente con la revisión de una gráfica de su precio histórico. Su trabajo comprueba que el movimiento de un precio de un activo es un recorrido aleatorio en el cual los precios suben y bajan basados en nueva información (noticias de las ventas de una empresa, o la dirección de la tendencia futura en las tasas de interés), siendo esta información incorporada inmediatamente en el precio del activo.

La “teoría de los mercados eficientes” sostiene que los inversionistas tendrían mejores rendimientos si invirtieran en fondos de inversion en lugar de elegir acciones en lo individual. Todo lo que creen saber del posible precio futuro de una acción, casi seguro, ya está reflejada en el precio de la acción.!

Shiller, de 67 años, desafía algunos aspectos clave de la teoría de los mercados eficientes. En un documento escrito en 1981, demostró que los precios de las acciones son mucho más volátiles que las tendencias en los dividendos que deberían pagar. Demostró que los precios de las acciones son altos en relación a las ganancias corporativas y son seguidos por períodos de rendimiento bajo, y viceversa.

Hansen, de 60 años, desarrolló nuevos métodos estadísticos basado en el trabajo de Shiller para probar qué estaba generando toda esa volatilidad en el precio de las acciones. Su trabajo estableció, de manera más robusta la idea de que las manipulaciones en los precios que Shiller identificó respondían a qué tanto apetito por el riesgo existía. Cuando la situación económica es mala los inversionistas se vuelven mas cautelosos, y cuando los tiempos son buenos mayor número de inversionistas están dispuestos a pagar un precio más alto por los activos.

Los descubrimientos de este y de otros economistas condujeron a dudar de la industria de los fondos de inversion, en la que los ahorradores pagan grandes comisiones para que seleccionen acciones los corredores de bolsa. Si lo que asegura Fama es correcto el pago de estas comisiones es dinero desperdiciado – pagar a corredores que no incrementarán el rendimiento de la inversion en el tiempo. Esto trajo como consecuencia el crecimiento en los fondos de inversion que cobran comisiones muy bajas.

El trabajo de Shiller es de particular relevancia para el precio de las casas. En la pasada década, por ejemplo, los precios de las casas en los Estados Unidos y en otras naciones alcanzó altos niveles, esto debido a un excesivo optimismo sobre los precios futuros; de acuerdo con sus predicciones, este período de altos precios ha seguido uno de bajos rendimientos. (Shiller es co-autor del índice de precios de casas, Case-Shiller, seguido por miles, el cual cuantifica los cambios en los precios de las casas en los EUA).

Entender como surge la manipulación de precios y cuando los mercados financieros no reflejan eficientemente la información disponible, son temas muy importantes para futuras investigaciones y serán muy valiosos para la política pública así como para los practicantes en la industria. Al fusionar las investigaciones de estos tres economistas el comité del premio Nobel concluye: Los precios de las acciones se comportan aleatoriamente en un horizonte de corto plazo, y todos los esfuerzos en el corto plazo son contraproducentes. Pero también sabemos que los mercados pueden ser manipulados por largos períodos de tiempo debido a los misterios de la psicología humana.

The Washington Post. Traducción propia

 


 

 

viernes, 11 de octubre de 2013

Como Hijo de Pobre




Es absolutamente necesario que se comprenda el error de aquellos padres que se proponen darle al hijo felicidad, como quien da un regalo.

Lo más que se puede hacer es encaminarlo hacia ella, para que él la conquiste.

Difícil casi imposible, será después. Cuando menos trabajo se tomen los padres en los primeros años, más muchísimo más, tendrán en lo futuro. Habitúalo madre, a poner cada cosa en su sitio, y a realizar cada acción a su tiempo. El orden es la primera ley del cielo. Que no esté ocioso, que lea, que dibuje, que trabaje, que te ayude en alguna tarea, que se acostumbre a ser atento y servicial. Deja algo en el suelo para que él lo recoja: incítalo a limpiar, arreglar, cuidar o componer alguna cosa, que te alcance ciertos objetos que necesites; bríndale en fin, las oportunidades para que emplee sus energías, su actividad, su voluntad, y lo hará con placer.

Críalo como hijo de pobre, y lo enriquecerás; críalo como hijo de rico, y lo empobrecerás para toda la vida.

 

CONSTANCIO C. VIGIL

martes, 8 de octubre de 2013

Desiderata


 
Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.

En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.

Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; también ellos tienen su propia historia.

Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu.

Si te comparas con los demás te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.

Eres parte del Universo, igual que las estrellas y el mar, tienes derecho a existir y lo quieras o no, todo es tuyo. El Universo siempre estará como es.

Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.

Se cauto en tus negocios, pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales; la vida está llena de heroísmo.

Se sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños es perenne como la hierba.

Acata dócilmente el consejo de los años abandonando con donaire las cosas de la juventud.

Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja en las adversidades repentinas.

Muchos temores nacen de la fatiga y soledad. Sobre una sana disciplina se benigno contigo mismo, tu eres una criatura del Universo no menos que las plantas y las estrellas tienes derecho a existir y sea que te resulte claro o no el Universo marcha como debiera.

Por eso, debes estar en paz con Dios, cualquiera que sea tu idea de él, y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz de tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con toda su farsa, penalidad y sueños fallidos el mundo es todavía hermoso.

Se cauto. Esfuérzate por ser feliz.

 

Autor: Max Ehrmann    

lunes, 7 de octubre de 2013

Trabajo Improductivo



Trabajo improductivo es el título del artículo escrito por Luis de la Calle en la revista Nexos, noviembre de 2009; el cual reproducimos a continuación.

El desarrollo, el crecimiento sostenido, la superación de la pobreza y la mejora de la distribución del ingreso sólo se lograrán si se acepta la tiranía de la productividad y ésta se incrementa significativamente.

El aumento deseado es de cinco veces más productividad por persona en los próximos 20 años. Por supuesto la clave no radica en dedicar cinco veces más recursos, sino en producir bienes y servicios con mayor valor agregado, dejar de hacer lo que se hace y concentrarse en actividades más redituables para generar riqueza.

La declinación de la renta petrolera hace inaplazable la discusión sobre cómo obtener una alta productividad. Esta depende de un conjunto de factores, pero vale la pena destacar los más importantes:

1.   Un sistema de incentivos que premie la excelencia y responda a las necesidades del consumidor. El mercado provee las señales para producir bienes y servicios de alto valor agregado. Sin competencia es casi imposible la producción competitiva de alto valor y no hay incentivos para la innovación continua, para la toma de riesgos, para el avance tecnológico y la inversión en capital humano. En México la longeva dupla de rentismo –minero, gubernamental o petrolero - y proteccionismo llevó a desarrollar un sistema para el aprovechamiento de la renta y a esperar a que se vendiera lo que se produce, no a producir lo que se vende. Por esto la insistencia en una política industrial basada en sectores productivos y cadenas productivas que es extraño, ajeno, a las economías exitosas.

 

2.   Una legislación y mercado laborales que permitan la movilidad. Sin ésta se vuelve imposible mudarse a la producción de bienes y servicios de alto valor y se seguirá produciendo lo mismo a sabiendas que no resulta en el desarrollo. La movilidad depende de la flexibilidad en el horario y lugar de trabajo, del cambio de profesión y vocación durante la vida económicamente activa, de la capacitación continua, de la posibilidad de encontrar  vivienda digna de alquiler, escuelas, hospitales y esparcimiento en las ciudades, de la portabilidad de seguros y pensiones y, por último, de la flexibilidad para contratar y despedir empleados. Con frecuencia se percibe que la flexibilidad laboral favorece a los empleadores, cuando en la gran mayoría de los casos beneficia al trabajador – en especial a las mujeres – y se convierte en el mejor inspector: el trabajador con opción de cambio nunca es sujeto a explotación y termina contando con las mejores condiciones laborales. Pierde el que no puede cambiar.

 

3.   Una clase empresarial dispuesta a asumir riesgos, innovadora y capacitada. La falta de iniciativa y preparación existe también en el ámbito privado. El empresario es tan rehén de un sistema de incentivos perverso como puede serlo un funcionario público o un sindicato: si se puede, es más fácil buscar creación de riqueza con el menor esfuerzo y pedir al gobierno condiciones favorables para minimizar la competencia. México se distingue por la calidad de muchos de sus ejecutivos y empresarios, pero sin duda no se generan los suficientes. Este fenómeno está relacionado con la alta proporción de estudiantes universitarios en disciplinas económico administrativas (43.6% del total de acuerdo a la OCDE) y la baja participación de ingenieros y profesiones afines con respecto a los países competidores. Otros factores incluyen:

a.   La reciente apertura comercial. Antes de ella no era tan necesario desarrollar habilidades para una economía moderna y abierta.

b.   La inestabilidad financiera que durante muchos años fomentó la inversión de capital humano en finanzas.

c.   Las escasas instituciones de enseñanza superior de calidad mundial en el país.

d.   Las distorsiones de mercado que encarecen al ejecutivo mexicano.

e.   La participación insuficiente de estudiantes mexicanos en universidades de excelencia en el extranjero.

f.     Las empresas familiares que, a veces, no han estimulado la formación de cuadros profesionales.

g.   La poca delegación de responsabilidad.

h.   La falta de espíritu competitivo y de trabajo en equipo.

 

4.   Un sistema educativo y de capacitación que se traduzca en una mayor productividad. Aunque con frecuencia se piensa que las reformas al sistema educativo, cruciales para la competitividad, sólo rinden frutos en el muy largo plazo, en realidad estos pueden ser más inmediatos. Prueba de ello son la alta productividad que despliegan los trabajadores mexicanos capacitados en las empresas de clase mundial – nacionales y extranjeras – que operan en México, el incremento significativo en la productividad que experimentan trabajadores emigrantes ante el cambio de incentivos y provistos de herramientas y tecnología de punta.

 

5.   La vinculación entre instituciones académicas y programas públicos de investigación y la industria. En México no existe todavía un sistema suficiente de incentivos para promover no sólo la investigación ligada a la actividad industrial, sino tampoco el registro de patentes. Es necesario revisar los esquemas de créditos fiscales para el apoyo a la investigación y el desarrollo, facilitar su acceso y extender los beneficios al diseño. Asimismo, no hay en el país una tradición de ingeniería en reversa por la que han pasado todas las economías tecnológicamente exitosas.

 

Al final del día, el talento es el principal motor del desarrollo y su falta el principal obstáculo. Durante muchas décadas la presión demográfica y una población mayoritariamente pobre hacían difícil que el país y las familias invirtieran para la formación auténtica de capital humano. Una economía del nivel de ingreso de la mexicana cuenta hoy con los recursos para invertir en talento suficiente para asegurar el desarrollo. No hacerlo es no sólo miope como proyecto de inversión de alta rentabilidad, sino moralmente equivocado.

La formación exitosa de talento se basa en un sistema de incentivos que premie la excelencia y la creación de valor, la movilidad laboral e instituciones que fomenten la educación, la capacitación y el desarrollo tecnológico.

De hecho, las realidades demográficas complementarias en América del Norte dejan a México sin opción: de no haber un crecimiento exponencial de talento, el proceso de jubilación de los baby boomers va a producir una creciente escasez en Estados Unidos que funcionará como aspiradora del talento nacional – poco o mucho y en todos los niveles y varias profesiones – que se tenga. La clave consiste en multiplicar varias veces el número de mexicanos preparados para servir ambos mercados y mejorar el atractivo de inversión de tal manera que sea más rentable hacerlo desde México.