Mauro Guillén y Esteban García Canal sistematizan las claves del
crecimiento de los nuevos protagonistas a nivel mundial surgidos de los
mercados emergentes, en siete principios de gestión; principios que pueden ser
emulados por cualquier empresa del mundo. Emerging Markets rule: growth strategies of the new
global giants, Mc Graw Hill.
I.- La ejecución por sobre todo. La ejecución debe prevalecer sobre la
formulación de la estrategia empresarial. En un mundo tan cambiante las
compañías hacen mejor en experimentar continuamente, realizando los ajustes
necesarios en función de los resultados obtenidos, más que esperar a definir
una estrategia “perfecta” que podría estar obsoleta en el momento de
ejecutarla.
II.- Adaptación. El segundo principio guarda relación con la adaptación
a los nichos de mercado. Cuando las compañías se dirigen hacia un nuevo mercado
deben buscar el camino de menor resistencia, que normalmente supone un nicho de
mercado desatendido por los competidores locales y que se adapte a sus
productos.
III.- Acumular escala. Este principio aconseja acumular escala con
rapidez para así prevenir la entrada de nuevos competidores, atraer a
competidores sensibles al precio y acumular cuota de mercado.
IV.- La habilidad para aceptar el caos. Se menciona el caso de Haier que
se expandió a lo largo del mundo sin importarle las fuentes de caos y
complejidad externa e interna. Construyó una red de alianzas internacionales
como principal vía de expansión, para así minimizar su exposición al riesgo y
maximizar la adaptación a los mercados locales, lo que la llevó a ser la
segunda compañía de computadoras en el mundo.
V.- Adquisiciones inteligentes. En muchos casos las adquisiciones son
operaciones que tiran por la borda todo lo ganado en su crecimiento orgánico.
En primer lugar, la adquisición debe complementar las capacidades existentes.
En segundo lugar, se debe hacer en el momento adecuado y con la estrategia de
integración adecuada.
VI.- Mercados internacionales. Si una compañía espera a estar completamente preparada para
incursionar en los mercados externos, puede ser demasiado tarde. La exposición
temprana permite hacer ajustes a todo el feedback
obtenido en estos mercados, lo que la introduce en una senda por la que se
llega a un círculo virtuoso de aprendizaje y refuerzo de la competitividad.
VII.- No hay vacas sagradas. Todo aquello que condujo a una empresa
hacia el éxito en el pasado puede ser un lastre a la hora de aprovechar nuevas
oportunidades que se presentan a lo largo y ancho del mundo.
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