Esta fecha quedó grabada en la historia económica reciente como el inicio de la gran crisis económico y
financiera más grande de los últimos tiempos. El gigante de banca de inversión Lehman Brothers, hasta el “cuello” de deuda basura protagonizo en ese día la mayor quiebra de la
historia. (Meses atrás Bear Sterns
había quebrado pero fue rescatada meses después; caso contrario a lo que
ocurrió con Lehman Brothers).
La salida de la crisis a
cinco años de su inicio formal, parece vislumbrar una recuperación titubeante. La
explicación de lo acontecido, - una mezcla de múltiples factores, contempla
entre otros: concesión de préstamos por parte de los bancos a clientes que no
calificaban, pobre clasificación por parte de las agencias que califican la deuda, una regulación
financiera muy relajada y un ambiente volcado a excederse en créditos: dinero
fácil que condujo a la formación de la burbuja hasta explotar.
Siendo la desregulación
uno de los factores principales causantes de la catástrofe, los responsables de
ello debe atribuirse al proceso histórico que se vino desarrollando desde la
era de Ronald Regan y que culminó con Bill Clinton; al derogar la Ley
Glass-Steagall que desde 1933 separó las actividades de la banca de inversión
de la banca comercial para evitar que se produjera un colapso bursátil como el
de 1929.
Con Bill Clinton se
crearon nuevas leyes que desregularon los contratos de futuros y forzaron a los
bancos a conceder préstamos a propietarios con un pobre historial crediticio.
Alan Greenspan admitió que el principal error fue confiar que los bancos serían capaces de regularse a sí mismos.
Como respuestas a la
crisis tenemos la Ley Dodd-Frank, que consiste en reforzar la supervisión de
las grandes entidades y obligarlas a elevar su nivel de capitalización. Sin
embargo una nueva regulación financiera que obligue a los bancos ser más
transparentes y a separar los negocios de los grandes bancos, va con enorme
retraso.
Las consecuencias económicas del colapso financiero son
evidentes en todo el mundo por las cifras de desempleo, por la falta de
perspectivas además de los costos individuales que todos tenemos que asumir. Hoy en día, en unas cuantas palabras la
estructura básica del sistema financiero sigue siendo la misma. Los activos
están concentrados en bancos demasiado
grandes para caer.
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